Henry, ídolo y enemigo

Con el corazón dividido. Así está Thierry Henry, uno de los delanteros más talentosos que ha dado Francia, campeón del Mundo en 1998, pero que por circunstancias de la vida y el fútbol ahora es uno de sus principales enemigos.

Resulta que esta tarde, los galos buscarán su paso a la final del Mundial de Rusia 2018 ante Bélgica, selección que tiene a Tití como uno de sus mayores colaboradores.

Actualmente, el ídolo del Arsenal es asistente del técnico Roberto Martínez, quien lo reclutó en agosto de 2016, cuando trabajaba en la filial del conjunto gunner. Es más, gran parte del éxito ofensivo de los Diablos Rojos se debe a su aporte. Un as bajo la manga que ya se quisiera cualquier equipo del planeta.

Hoy le toca enfrentar a su país, ser parte de la competencia. Sin duda, no debe ser fácil estar en su posición. El destino del torneo lo puso frente a frente no sólo de su nación, sino que también de Didier Deschamps, DT de Les Bleus, quien fue su capitán en aquel mítico conjunto que conquistó la gloria ante el Brasil de Ronaldo.

Precisamente, la labor de Henry en los belgas fue uno de los temas centrales abordados ayer por el entrenador francés. "Me alegro por él. porque de verdad le aprecio. Fuimos compañeros de equipo. Es más joven y cuando jugamos juntos yo ya estaba al final de mi carrera", sostuvo Deschamps.

"Esto sucede a veces. Es una situación difícil, porque se va a enfrentar a su país, pero desde el momento en que se comprometió con el cuerpo técnico de Bélgica sabía que esto podía pasar. Será un placer coincidir con él y nos saludaremos", agregó el seleccionador galo.

El arquero de Francia, Hugo Lloris, también tuvo palabras para el ex ariete del Barcelona. "Tendrá el corazón dividido en el partido, porque antes que nada es francés. Tuve la suerte de jugar con él durante dos temporadas. Fue un gran jugador y un caballero", dijo el meta del Tottenham.

"Será raro verle con la selección de Bélgica, pero es su carrera y fue su elección. Así está forjando su trayectoria", sentenció.

Así como en Francia hablan de la extrañeza de verlo en la vereda opuesta, en los Diablos Rojos también hay quienes tocan ese punto. "Entendería normal que cantara La Marsellesa. Nosotros conocemos muy bien a los jugadores franceses, jugamos con ellos en los clubes. Para él mañana será más difícil, pero él está con Bélgica, quiere ganar y ese es su trabajo", dijo Kevin de Bruyne.

En tanto que otros, como el entrenador Roberto Martínez, sólo alaba la presencia y la labor de Tití. "Su trabajo en los dos últimos años ha sido increíble. Yo llevo 12 años trabajando con un mismo equipo, así que la idea la tengo clara, pero no teníamos un líder con experiencia internacional, un campeón del mundo como él. Él es la élite, un campeón del mundo, pero también es un gran entrenador y nos ayuda en muchas cosas. Es una pieza perfecta para nosotros".

No será como en 1998. Esta vez, la felicidad de Henry será la tristeza de su país.