Herederos de la cachaña: los hijos de futbolistas que figuran en el Torneo Nacional
Bruno Barticciotto da sus primeros pasos haciéndole honor a su apellido, pero no es el único del balompié chileno que sigue un linaje con la pelota en los pies. Rodríguez, Galdames, Montecinos, Pizarro, Reynero, Arancibia... Los hijos de la pelota.
Este domingo, un recordado apellido volvió a hacer ruido en el fútbol chileno: Barticciotto. Esto, debido a que Bruno (19), hijo de Marcelo Pablo, ex futbolista de Colo Colo, debutó en el profesionalismo marcando un gol para Palestino. La herencia del talento se comienza a demostrar en la familia Barti, pero son múltiples los casos de padres e hijos que han marcado el balompié nacional.
No se necesita buscar mucho, sino en el mismo plantel de Colo Colo que ganó la Copa Libertadores en 1991 para encontrar otro caso. Un compañero de Marcelo Barticciotto, Jaime Pizarro, también traspasó sus genes peloteros a un hijo, Vicente (18), quien integra el actual plantel albo que dirige Gustavo Quinteros. Además, ha formado parte de las inferiores de la selección chilena.
En la otra vereda, la de Universidad de Chile, siguen los ejemplos. El nuevo refuerzo azul, Thomas Rodríguez (24), es hijo del talentoso volante argentino que ganó tres torneos nacionales con la U, Leonardo. “Es un sueño cumplido para mí”, declaró el atacante en su llegada al club a inicios de marzo.
Por otro lado, existen más descendientes de ex jugadores del Romántico Viajero. Felipe Reynero (32), de Cobresal, es hijo de Roberto, quien vistió la azul en la década de los 80. Esteban Valencia (21), de Unión La Calera, lleva el mismo nombre que su padre, quien jugó y fue entrenador de la U.
Quizás la familia de futbolistas más abundante, eso sí, es la de los Galdames. El padre, Pablo, defendió a la Roja, a la U, Racing, Cruz Azul, entre otros clubes durante su carrera. Y, de herencia, dejó ni más ni menos que a tres hijos que actualmente juegan en el fútbol profesional. Pablo (24), el mayor de los hermanos, es mediocampista y milita en Vélez Sarsfield; Thomas (22), el segundo a bordo, es defensa y defiende los rojos colores de Unión Española; y, el menor, Benjamín (20), también pertenece a los hispanos, donde se busca un espacio a sus 20 años.
Otra grande, es la familia de los Arancibia. Quien los representa actualmente es Francisco (24), de O’Higgins. El delantero, es hijo de Leopoldo, también futbolista, y sobrino de Franz, Roque y Eduardo. Este último fue el más exitoso entre los hermanos, llegando a jugar por la U, Atlas, León, UC, Unión Española, entre otros clubes.
¿Más casos? Claro que sí. Andrés Robles (24) es el hijo de Héctor, ex jugador de Palestino, Santiago Wanderers y Coquimbo Unido, además de ex entrenador de los caturros y la Roja Sub 20. Joaquín Montecinos (25), de Audax, tiene como padre a Cristián, delantero de larga experiencia con pasos por clubes como Junior de Barranquilla, Santos Laguna, Necaxa, Puebla, Colo Colo, y muchos más. Hasta en Emiratos Árabes jugó.
Para que decir Fernando Cornejo (25), hoy en Audax Italiano tras su paso por la U, quien es hijo de una leyenda en Cobreloa, que lleva su mismo nombre. Corazón de Minero, como apodaron al fallecido volante, fue cuatro veces campeón con los zorros del desierto, además de haber jugado en la UC.
Así, siguen las historias de padres e hijos en el fútbol chileno. Muchos quizás aún ni debutan, pero ya gozan de una genética favorecida en cancha. Una herencia que hace mantener en alto una dinastía, aunque muchas veces agigante la presión en las generaciones más jóvenes. Este domingo fue Bruno Barticciotto, mañana puede ser otro quien haga recordar aquellos apellidos del ayer.
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