El 21 de abril, Arturo Vidal hizo una presentación en la que acusa a su primo Carlos Albornoz Pardo de los delitos de administración desleal y contrato simulado. Los daños enumerados en la querella de 18 páginas se valoran en torno a los cinco millones de dólares, e incluyen traspasos de bienes que el volante asegura jamás haber visado, y cuantiosas peticiones de créditos donde el futbolista aparece como aval.
Frente a la gravedad de estos hechos, el acusado se defendió en un comunicado. “Estoy seguro de que esta querella no es una decisión de él, sino que de su círculo más cercano que, desgraciadamente, en estos momentos está solo pensando en sus intereses y no en los de Arturo”, publicó. Y agregó: “Por mi parte, voy a colaborar en todo lo que sea necesario con la justicia, porque confío en el trabajo de Fiscalía”.
Luego, durante esta jornada, insistió en su inocencia. “Me sorprendí (con la querella), Arturo es muy presente en los negocios y proyectos en los que está y siempre hay tensiones”, declaró al mantinal Contigo en la Mañana de Chilevisión.
“No mucha gente se atreve a decirle que no y a veces me tocaba hacerlo”, apuntó, junto con revelar que “hace un mes y medio que no me dejan hablar con Arturo. Me dicen que todo lo que yo hable tiene que ser con un abogado”.
Uno de los telespectadores fue Sandrino Vidal, hermano del volante, quien explotó contra su tío. “Ladrón, sinvergüenza y mentiroso”, escribió en una historia de Instagram, junto con la imagen en televisión de Albornoz.