La semifinal de los novatos. El Estadio Nacional, no el Francisco Sánchez Rumoroso, recibe esta noche el partido de ida entre dos clubes que no están en la primera línea continental, pero que tienen sueños de grandeza en la Copa Sudamericana: Coquimbo Unido versus Defensa y Justicia. Los piratas enfrentan al Halcón de Varela, que tiene su mejor campaña internacional de la mano de un exfutbolista que rompió redes por donde jugó y que ahora desarrolla una superlativa carrera como entrenador. Su nombre es sinónimo de gol: Hernán Jorge Crespo (45).

Producto de la prolífica cantera de River Plate (ganó la Libertadores de 1996 con los millonarios), el bautizado como Valdanito destacó fundamentalmente en Europa. El Parma, la Lazio, el Inter, el Chelsea y el Milan conocieron de su capacidad anotadora. También fue un asiduo en el seleccionado argentino, al punto de ser el cuarto goleador histórico de la Albiceleste, con 35 tantos en 64 partidos.

Afincado en Italia, dio sus primeros pasos en la dirección técnica. Dirigió en el Modena entre 2015 y 2016. Pero como dicen que la sangre tira, en diciembre de 2018 armó las maletas y retornó a su país, dejando la comodidad de su vida en Europa, para asumir otras responsabilidades. Una oferta de Banfield hizo que dejara atrás 22 años residiendo en el Viejo Continente y calzarse el buzo del Taladro. Dirigió 18 partidos, con un rendimiento irregular.

Una nueva oportunidad tuvo con Defensa y Justicia, un club de poco renombre pero que ha crecido en el último tiempo (bajo el alero del empresario y representante Christian Bragarnik, influyente asesor de la institución), donde asumió en enero de 2020.

Rotando entre la línea de tres y de cuatro en el fondo, o los dos y tres delanteros, Crespo le ha dado un estilo a un plantel que no tiene a grandes estrellas. Hay un par de conocidos, ex La Calera, como Eugenio Isnaldo y Walter Bou. También le gusta la salida limpia desde su arquero. “Como entrenador trato de ser lo más simple, directo y claro posible. Intento darle herramientas a los jugadores para que estén tranquilos. Mi metodología de trabajo parte de la base del fútbol actual: la pelota es un problema”, dijo cuando estaba en Banfield.

El técnico tiene altas pretensiones hacia su futuro. Es uno de los tantos nombres que ha asomado como opción para la Roja, como el relevo de Reinaldo Rueda. No obstante, su sueño es llegar a la banca de su país. Según sus palabras, sería la cima de la montaña.

“Tengo las cosas claras. Sé dónde quiero llegar. Yo quiero vivir en el fútbol, en una cancha de fútbol. Quiero llegar lo más alto que pueda, mi deseo es ser campeón del mundo con la selección argentina. Esto no me lo va a sacar nadie, pero para eso hay que construir. Ese es mi sueño. La más linda de todas es la selección argentina”, declaró en una entrevista reciente con ESPN.