El fallecimiento de Patricio Rodríguez, esta tarde en el hospital Mercy de Miami, remeció a todo el mundo tenístico nacional e internacional. Diversas figuras enviaron sus condolencias por la partida del entrenador de 81 años y quien a lo largo de su carrera cosechó numerosos éxitos, llevando al top ten a jugadores como Nicolás Massú, José Luis Clerc, Andrés Gómez y Nicolás Lapentti.

Tuvo cuatro hijos, la menor es Rafaella, de 11 años, quien vive en Estados Unidos y es una promisoria tenista juvenil, además de Nathalie, Pauline y Manuel. Este último, un destacado productor de eventos deportivos. Al teléfono se le escucha sereno. “Mi papá está descansando. Las últimas dos semanas fueron muy complicadas, porque ya no podía comunicarse y el cuerpo no le respondía. Siempre le funcionó la mente. Es fuerte ir viendo cómo se fue apagando”, relata a La Tercera.

Distintos tipos de cáncer aquejaban al entrenador, quien debió ser internado en un hospital en Miami, donde estaba radicado hace muchos años. “Tenía cáncer al pulmón, a la próstata, al hígado, a los huesos... Los médicos estaban realmente impresionados por su fortaleza. Mi papá, deportista toda la vida, luchó igual que en un partido de cinco sets; siempre fue un luchador”, comenta.

En las últimas dos semanas recibió la visita de Massú en el hospital. “El Nico fue con una mermeladas que le mandamos y pudo conversar bastante con mi papá”, relata Manuel, quien permaneció en la legendaria casa familiar de Nogales, lugar de numerosas pretemporadas. “Mi hermana Nathalie viajó a Estados Unidos a acompañar a mi papá en esta última etapa”, narra.

Patricio Rodríguez sera cremado. “Con esto del coronavirus, puede tardar un poco en el traslado, por lo que nos explicaban. Las cenizas las vamos a depositar acá en Nogales. Lamentablemente, con las restricciones que hay, tampoco se puede hacer una ceremonia con mucha gente”, anuncia su único hijo hombre.

Otro característica que destaca de su padre es la generosidad. “Siempre ayudó a los tenistas chilenos, siempre les tendió la mano, aunque otros le reclamaran por su preferencia”, resalta.