El hincha solitario salta la frontera
Sebastián Carrera impactó al mundo por ser el único fanático de Deportes Puerto Montt que llegó al estadio Sánchez Rumoroso para alentar a su equipo. Él solo ocupó un galería completa y por eso hoy la FIFA lo tiene en la final por ser la mejor afición del año.
Duodécima fecha de Primera B. Coquimbo Unido recibe a Puerto Montt en el estadio Sánchez Rumoroso. La galería local, muy poblada; en la de enfrente, habilitada para la visita, apenas un tipo, envuelto en su bandera con los colores salmoneros. Gritos y fiesta de un lado; del otro, aislamiento y un canto que se replica únicamente gracias a la indulgencia del eco. Sebastián Carrera (34 años) pierde en número, pero gana por goleada en pasión. Y solo por eso se hace famoso en todo el mundo como el "hincha solitario".
Hablar de fama mundial no es una exageración. El puertomontino está viviendo un sueño que ni él se lo cree. La FIFA lo ha nominado para el premio a la mejor afición. El supervisor de una empresa de retail conmueve al planeta y compite un premio inédito ante las hinchadas de Perú y Japón, que destacaron en el Mundial de Rusia.
Pero la historia de Carrera comenzó en Queilén, una pequeña localidad de Chiloé, donde nació el fanático albiverde. Su apego por Deportes Puerto Montt comenzó gracias a su padre. "Me dijo que fuéramos a verlos al estadio y solo lo vimos desde el segundo tiempo, porque no teníamos plata y en esos momentos dejaban entrar gratis en el entretiempo", cuenta Shebysur, apodado así por sus más cercanos. Con 13 años, conoció el estadio Chinquihue y desde ese día ha recorrido todo el país con ellos.
Sin tener muchos recursos, Sebastián siempre se las ingeniaba para entrar al estadio. Se escapaba de su casa y saltaba rejas con la única intención de alentar a su querido Puerto Montt. Con un amor fidedigno e inagotable, se lamenta de la realidad sudamericana. "Los hinchas están catalogados como los que presionan a los jugadores y amenazan a los dirigentes. Y no, el hincha no es eso. Es el incondicional, el que disfruta a su club y está en las buenas y en las malas. Los resultados no importan para definir a un hincha", explica el candidato al The Best de la FIFA.
Este entusiasta seguidor ha recibido ayuda, sin embargo. "Mi jefe ha ayudado mucho en mis travesías. Él sabe cuándo juega Puerto Montt y organizamos mis turnos desde esa base", explica. En su casa también lo entienden: "Mi señora también es hincha y comparte mi pasión. A veces se enoja conmigo, porque no estoy, pero ahora último me acompaña a los viajes". Ella ha sido clave para que Shebysur pueda seguir cumpliendo su sueño de viajar, ya que maneja las finanzas de la casa y destina los montos a gastar en cada trayecto que deciden hacer.
Uno de esos periplos fue la travesía que lo hizo popular. Sebastián partió desde Puerto Montt, pasó por Santiago y llegó a Coquimbo el 22 de octubre, el mismo día del partido. Un recorrido de 1.500 kilómetros. "Viajé 13 horas hasta Santiago y luego tomé un bus hacia Coquimbo. En el terminal me insultaron por estar con polera de Puerto Montt, así que caminé hasta La Serena, que es más tranquilo. Dormí siesta en la playa y después me fui al estadio", relata Carrera.
El local tuvo que abrir la galería del Estadio Sánchez Rumoroso solo para él. "Lo que pasó en Coquimbo fue hermoso. Sentí que cumplía la promesa del hincha, de no dejar nunca solo al equipo. Fui a cantar los 90'. Sentía como los 4.000 tipos me cantaban de frente a mí y yo tenía que devolver eso de alguna forma", rememora el solitario fanático.
Al terminar el encuentro Sebastián recibió su premio. Parte de la barra de Coquimbo lo aplaudió y, además, Puerto Montt ganó 1-2 y le dedicó la victoria desde la cancha. "Al día siguiente, cuando tuve acceso a internet, entendí todo lo que había generado", dice.
Después de ese partido creó su propio lienzo: "Nunca jugarás solo", predica el paño que lo llevó a vivir otra aventura lejos de la capital de la Región de Los Lagos. Fue en Copiapó, el 24 de febrero. Los salmoneros enfrentaban al local y Sebastián llegó al estadio únicamente con lo puesto y su pancarta. La noche anterior había dormido en una plaza, abrigado solo con el género que creó. En mitad de la noche, lo asaltaron. "Lo único que me dejaron fue mi trapo y mis ganas de alentar", lo cuenta hoy, casi como un triunfo, como si hubiese sumado otra línea más a su currículo de mejor hincha del mundo. El 24 de septiembre, en la fiesta de premiación, la FIFA definirá si finalmente lo es. Aunque Sebastián Carrera no necesita que nadie lo valide. Él sabe que ya lo es.
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