Marcelo Larrondo no será considerado en la citación de O’Higgins para enfrentar a Unión Española. La explicación no es futbolística. El cuerpo técnico que encabeza Miguel Ramírez determinó sacarlo de la lista después del amedrentamiento del que fue objeto mientras se dirigía, junto al volante Santiago Romero, al Monasterio Celeste. En el lugar de entrenamiento, el equipo celeste se reuniría para entrenar y viajar a la capital.
Sin embargo, Larrondo no pudo realizar el recorrido. En la salida del condominio en el que reside en Rancagua, fue interceptado por un grupo de hinchas que le exigió, en malos términos, elevar su rendimiento en el campo de juego. También lanzaron panfletos y exigieron que dejara el club.
La discusión subió de tono, por lo que el ex delantero de River Plate quedó notoriamente afectado. En ese contexto, el cuerpo técnico de los celestes determinó no convocarlo al duelo que se disputará en el estadio Santa Laura.
Ya había pasado
No es primera vez que los hinchas celestes más radicales incurren en este tipo de excesos. En el club recuerdan que antes del partido frente a Universidad de Chile también fue interceptado uno de los automóviles de los jugadores entre los que viajaba, entre otros, el mediocampista Ramón Fernández. En esa oportunidad, a la salida del Monasterio Celeste, los fanáticos patearon el vehículo en cuestión.
O’Higgins analiza las medidas que adoptará para proteger la integridad de Larrondo y sus cercanos, mientras se decide su futuro en el club.
El club lo condena
A través de un comunicado, la dirigencia encabezada por Pablo Hoffmann condenó la situación. A la declaración adhieren, además, el cuerpo técnico y el plantel. “Como institución, rechazamos tajantemente este tipo de manifestaciones amenazantes y violentas en contra de cualquier persona”, consigna una declaración conjunta.
El club anuncia, además, que interpondrá una querella por el delito de amenazas contra quienes resulten responsables. Además, se les aplicará el derecho de admisión a los responsables, con la intención de que no vuelvan a ingresar a El Teniente ni a ningún estadio del país. “La situación vivida por parte de la esposa, hijos y el propio Marcelo Larrondo no puede volver a ocurrir jamás”, sostiene.