Pablo Solari disputó, este miércoles, un partido especial. Colo Colo enfrentó a River Plate por la Copa Libertadores, pero para el delantero argentino el choque no solo revestía importancia por el torneo que se estaba disputando. El Pibe y su familia son reconocidos hinchas millonarios. El actual delantero del Cacique llegó a probarse en el equipo de Núñez a temprana edad, sin éxito. Ni así disminuyó su afición.

En la antesala del choque en el Monumental se conoció un detalle decidor. Su nombre, Pablo César, responde a un homenaje paterno a su homónimo Aimar, una de las principales figuras en la rica historia del equipo bonaerense. Ese elemento, sumado a la buena actuación que cumplió en el choque entre las escuadras de Gustavo Quinteros y Marcelo Gallardo, generó reacciones entre los fanáticos argentino.

“Tráiganlo ya”

Las peticiones son directas. En las redes sociales, principalmente en Twitter, los seguidores millonarios piden el fichaje. Lo hacen citando a los principales dirigentes del club, con el propósito de que tomen nota y de que activen las gestiones en el próximo mercado de pases. “Solari es hincha de River como toda la familia y se llama Pablo por Aimar... con este River la rompería”, plantean.

Otros añaden antecedentes más específicos. Incluso reparan en el origen del festejo que caracteriza al delantero albo, otra señal que lo acerca a los transandinos.

Los más impacientes, incluso, piden actuar rápidamente. “¿Ya está el pibe Solari en el River Camp?”, pregunta un usuario, que coincide con los comentarios generalizados.

Alto costo

Aunque una eventual operación cae, por el momento, en el plano de lo hipotético, los mismos fanáticos reparan en el alto costo que involucraría. A comienzos de año, Colo Colo rechazó la propuesta del América de México, que pretendía llevárselo a cambio de US$ 2 millones por la mitad del pase. Los albos respondieron declarando intransferible al jugador.

En diciembre, el Cacique adquirió el 80 por ciento de los derechos económicos del atacante, haciendo uso de una opción de compra establecida en el préstamo convenido poco más de un año antes. Los albos desembolsaron US$ 1,3 millones en la operación, después de llegar a la convicción de que se trataba de un jugador imprescindible para Gustavo Quinteros y que, por su juventud y proyección, constituye una opción de negocio de inestimables utilidades en el corto plazo.

En ese trámite, los albos incluyeron un contrato para que el Pibe, quien marcó el histórico gol que permitió la permanencia del equipo en Primera División, entre otros tantos importantes, permanezca en el club de Macul por los próximos cuatro años.

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