Marco Antonio Figueroa comenzó su carrera como entrenador en Guatemala y siguió en diversos equipos de México, entre los que destacan Querétaro y Monarcas Morelia. Posteriormente arribó a Cobreloa en 2008 y desde ese momento comenzó a escribir un historial de polémicas que lo han caracterizado en el fútbol chileno.
Este martes, O'Higgins lo confirmó como nueva incorporación, tras la salida de Mauricio Larriera desde el banco celeste, por lo que ya se prepara para intentar conseguir que el Capo retome el buen fútbol.
Con este anuncio revivieron las pasadas polémicas en los bancos nacionales. En su primera participación con Cobreloa, su primera víctima fue el delantero argentino Rodrigo Manara, con quien sostuvo un fuerte intercambio de insultos, luego de que el Fantasma decidiera sacarlo del partido.
Más tarde, arribó a San Carlos de Apoquindo donde se enfrentó con el capitán de U. Católica, Milovan Mirosevic. En ese entonces, el cruzado puso la jineta a disposición, pues no soportaba al DT. Pero no fue el único jugador de la franja afectado.
Christopher Toselli también fue víctima de las declaraciones de Figueroa, pues señaló a los medios que el portero, tercero en el Mundial Sub 20 de Canadá, era su tercer arquero por detrás de Paulo Garcés y Fabián Cerda.
En Everton, debió enfrentar las repercusiones, luego de culpar a Gustavo Dalsasso de un gol en el clásico ante Santiago Wanderers.
En 2013, de vuelta en Cobreloa, se enfrentó con el arquero Luciano Palos y el defensa Sebastián Roco por críticas a la gestión del DT.
El mismo año, por la Copa Sudamericana y tras el empate 1-1 contra Independiente del Valle, el DT criticó a los jugadores rivales y terminó discutiendo con el técnico rival.
Después, por los octavos de final en Universidad de Chile, y tras la goleada en contra de Lanús, José "Pepe" Rojas cuestionó al DT por la posición en la que le había tocado jugar. A raíz de esto, el Fantasma optó por marginarlo del siguiente partido.
El siguiente en la U fue contra la dirigencia, luego de tocar el tema de los refuerzos. "Me da risa cuando dicen que tengo el mejor plantel de Chile (…). Para mí, no era prioridad traer un central (…). Ni Heller ni Yuraszeck son los que se juegan el puesto", había declarado en la oportunidad.
La última gran polémica llegó en 2015. Al mando de Cobreloa, que buscaba la salvación del descenso, los loínos se enfrentaban contra Ñublense en la misma situación. Sin embargo, un reclamo de los Diablos Rojos contra los naranjas causó que los mineros cayeran a la Primera B antes de enfrentar el último encuentro.
A raíz de esto, y tras las instrucciones de Figueroa, los jugadores de Cobreloa no cumplieron el protocolo de saludar al rival antes del partido. Más tarde, el técnico fue expulsado y abandonó la cancha totalmente desencajado.
Además, lanzó duras declaraciones contra la gestión de la directiva de los Diablos Rojos, hecho por el cual fue castigado con 12 fechas sin poder dirigir.