Historias de la primera vez: anécdotas escondidas del mejor triunfo de la Roja
El 4 de julio de 2015, Chile coronó al fin su primer gran título, la Copa América. Un abrazo masivo en el estadio Nacional que cerró un trayecto de 30 días. Cinco años después, La Tercera desempolva y desvela un puñado de ellas.
El 4 de julio de 2015, Chile se abrazó por primera vez en su historia. Ese día, la Roja conquistó en el Nacional su Copa América, su primer gran título. Frente a la Argentina de Messi, además, después de 120 minutos de juego eternos y apasionantes y una infartante definición a penales (4-1). Todo lo que vino después fue carnaval, el desborde de la alegría contenida por más de cien años. Y abrazos. Muchos y significativos. Dentro y fuera del estadio. Como el del abuelo al nieto, el del hijo al padre. El de dos desconocidos hermanados por el éxtasis. O el del carabinero al peatón que saltaba a mitad de cuadra. Ese día, todos fueron amigos. Los treinta anteriores, no tanto. Aquí, una colección de anécdotas y episodios, algunos olvidados, otros desconocidos, que acompañaron a la Selección en el trayecto a la mayor gesta de su vida. La primera vez que levantó una copa. Hoy hace justo cinco años.
* Jara vio los penales de la final disfrazado de voluntario
Gonzalo Jara se perdió la final frente a Argentina. El central, titularísimo bajo las órdenes de Jorge Sampaoli, recibió tres fechas de castigo por la expulsión frente a Edison Cavani (que tras la apelación de Chile se redujo a dos), en los cuartos de final frente a Uruguay. El célebre dedo lo dejó fuera de toda la recta decisiva del certamen. Años después, el propio Jara confesó que su acción no fue la que provocó el descontrol del delantero del PSG: “Le venía diciendo cosas de antes”. Pese a los intentos de la ANFP, el central no pudo jugar más duelos. En la tanda de penales frente a Argentina, a Jara lo superó el nerviosismo. No aguantó estar sentado en la tribuna. Quiso estar cerca de sus compañeros, pese a que el castigo de la Conmebol le imposibilitaba ingresar a la cancha del Nacional. Pero el de Hualpén no quería quedarse a tanta distancia de sus compañeros. Y preparó un plan: se consiguió una chaqueta de voluntario de la Copa América, se puso un gorro, y se ubicó tras la portería de Claudio Bravo en los penales. Personeros de la Conmebol fueron informados de la presencia del defensor. Sin embargo, ante a la gran cantidad de fotógrafos presentes en el lugar, nunca pudo ser capturado. El que sí fue sorprendido tras el arco fue el preparador de arqueros de Argentina, a quien le pidieron que se retirara de esa zona y se ubicara junto a su banca, en el otro extremo de la cancha.
* El lío de Jorge Sampaoli por los premios en mitad de torneo
Jorge Sampaoli fue el gran artífice de la conquista, pero también generó más de un problema. El casildense, con el certamen en marcha, acusó una confusión en su contrato. Aseguraba que los premios eran acumulativos y no por fase que se fuera avanzando. La dirigencia no tuvo más remedio que acceder a la petición del entrenador. Según lo establecido inicialmente en su contrato, el DT debía haberse embolsado cerca de US$ 640 mil por conseguir la corona. Finalmente, según aseguran los dirigentes de esa época, se llevó más de US$ 1 millón.
* Clases de llanto a Vidal tras su choque con el Ferrari
El choque de Arturo Vidal en su Ferrari fue el suceso de la Copa América. Una noticia que dio la vuelta al mundo y golpeó el camarín de la Selección. Apenas el King regresaba a Juan Pinto Durán de su estancia en comisaría, Alexis Sánchez fue el primero en brindarle un abrazo, en los estacionamientos, justo en la entrada al recinto de Macul. “Vamos arriba, hermanito”, le dijo el Niño Maravilla. El cuerpo técnico de la Roja por primera vez se mostró dividido. Qué hacer ante una decisión de tal magnitud. Mientras Jorge Sampaoli y Sebastián Beccacece querían mantener al Rey en el equipo, el preparador físico, Jorge Desio, pedía desvincularlo. Finalmente, Sergio Jadue fue el que decidió. Optó por su permanencia, pero con condiciones. “Arturo, debes llorar. Debes dar explicaciones y asumir la culpa”, fue el coaching que el presidente, junto a Fernando Felicevich, representante del jugador, le hicieron al futbolista antes de salir a la conferencia de prensa. Efectivamente, el volante derramó lágrimas frente a los periodistas mientras daba sus explicaciones.
* Bombones al árbitro del duelo frente a Uruguay
A Jorge Sampaoli le preocupaban los árbitros. En su obsesiva planificación, el técnico casildense tenía un registro detallado de los duelos que había enfrentado con los posibles jueces que le dirigirían durante el transcurso de la Copa América. Es por esto, que le encargó a Sergio Jadue, con mano en las designaciones, un juez que no se complicara frente a los uruguayos, asumiendo que se avecinaba un friccionado duelo. El elegido fue Sandro Ricci, de Brasil. En la previa al encuentro, la ANFP le hizo llegar una caja de bombones a la pieza del juez, en señal de cortesía. Otro de los jueces que Sampaoli pidió que no lo dirigiese durante la Copa América, y que finalmente nunca le pitó, fue Carlos Vera. Con el ecuatoriano arrastraba problemas desde que dirigió a Emelec, en 2010. El estratega, en aquella oportunidad, perdió la final frente a Liga de Quito en un apretado y polémico duelo. Le dijo a Jadue que Vera lo perseguía.
* El trote del técnico chileno el día del partido
A Jorge Sampaoli le gusta hacer deporte. Lo practica a diario. Incluso, durante algunas concentraciones en el extranjero, al casildense se le vio corriendo para recorrer la ciudad. En la Copa América, sin embargo, el técnico de la Roja tuvo que dosificar por la escasez de tiempo. Los días en que Chile jugaba, Sampaoli corría dentro de Juan Pinto Durán. La distancia era relativa, pero siempre se movía entre ocho y diez kilómetros.
* Gabriel Batistuta se cayó del sorteo por caro
La organización de la Copa América quería invitados de lujo. Buscaban que todo el evento fuese al más alto nivel. Por eso, le ofreció a Gabriel Batistuta, histórico goleador argentino, que participara en el fastuoso sorteo. Se realizó en el anfiteatro de la Quinta Vergara, el 24 de noviembre de 2014. El transandino aceptó, pero con una condición: quería un avión privado que lo trajese y devolviese a Buenos Aires. Desde Quilín agradecieron su voluntad, pero no estaban dispuestos a correr con ese tipo de gastos. La baja de Batistuta obligó a citar a otros históricos para que participaran sacando las bolitas de los equipos participantes. Iván Zamorano, Carlos Gamarra, Elías Figueroa y Leonardo Rodríguez participaron. Este último se presentó con serios problemas estomacales, por lo que solicitó que su intervención fuese lo más rápida posible. Se realizaron dos sorteos previos, a modo de prueba. La presencia de Ana Tijoux como parte del espectáculo musical del sorteo también generó revuelo. Directores de la sede de Quilín no estaban de acuerdo con su presencia por su posición política de izquierda.
* El penal perfecto de Matías y el quinto de Marcelo Díaz
El penal de Matías Fernández suma elogios año tras año. Su disparo al ángulo derecho de Sergio Romero, que abrió la serie frente a Argentina, ha sido catalogado como el penal perfecto. Fuerza y precisión que dejó sin chance al guardameta. Su remate, sin embargo, genera dudas dentro del camarín: voces maliciosas aseguran que Mati le quiso pegar fuerte abajo. En tanto, Marcelo Díaz era el quinto ejecutor que no alcanzó a definir la serie. Alexis, a lo Panenka, selló la histórica victoria por 4-1 frente a los transandinos.
* Las banderas imposibles de Leonardo Farkas
La donación de Leonardo Farkas alteró la planificación de la final frente a Argentina. El empresario entregó 40 mil banderas de Chile, que fueron repartidas en las entradas del Nacional por voluntarios que estaban destinados para otras funciones. Hubo un desorden inicial, que solo se vio solucionado por la rápida reacción del comité organizador. Farkas, al enterarse de la situación, ofreció disculpas y donó $ 1 millón de pesos más para que los voluntarios realizaran una fiesta de celebración al finalizar la Copa. Días después, el evento se llevó a cabo cerca del metro El Salvador. Hubo completos y alcohol.
* La tensión por el FBI, Sergio Jadue y la Moneda
Quince días antes del inicio de la Copa América, el FBI se dejó caer en Zúrich para detener a siete dirigentes de la FIFA por graves casos de corrupción. Jadue, sin embargo, volvió a Chile y reiteró que tenía las manos limpias. El día de la final, en la Moneda querían evitar que la figura de Jadue se viese vinculada a la presidenta Michelle Bachelet. Es por esto, que pusieron a la ministra del deporte, Natalia Riffo, en el asiento que los separaba a ambos. Al momento de la celebración, Jadue y Bachelet olvidaron toda diferencia y terminaron abrazados, saltando de alegría. La imagen dio la vuelta.
* La pieza perdida del presidente Napout en el Hotel Hyatt
Juan Ángel Napout, presidente de la Conmebol, dejó una habitación sin utilizar durante 30 días en el Hotel Hyatt. La máxima cabeza de la confederación sudamericana de fútbol se restó de la inauguración del certamen para evitar cualquier tipo de inconveniente con la justicia, luego de la redada que se había producido dos semanas antes en Zúrich. Lo cierto es que la organización nunca supo qué paso con el paraguayo. Tampoco confirmó que entregaría la copa en la final. Ante la sorpresa de toda la organización, Napout viajó a Chile por el día para entregar la copa de campeón.
* Las racionadas visitas de los dirigentes a camarines
La relación de Jadue con el plantel era cercana. Luego de cada partido, el presidente de la ANFP bajaba a los camarines a felicitar a los jugadores. Los otros miembros de la directiva, sin embargo, se tenían que turnar para acompañarlo. Nunca más de dos miembros de la mesa se sumaban a la comitiva, por temor a que Sampaoli o los referentes de un camarín complicado se lo tomaran a mal.
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