La historia de los superclásicos entre Colo Colo y Universidad de Chile siempre deja en la retina momentos imborrables y uno de ellos fue el golazo que marcó Lucas Barrios en 2008.
El 5 de octubre de aquel año, los albos vencieron por 2-0 a los azules y el segundo tanto fue una obra maestra del argentino naturalizado paraguayo. Con un carrerón desde la mitad de cancha, el delantero eludió a la zaga universitaria con gran destreza y quedó en el recuerdo como uno de los grandes goles del último tiempo en el partido estelar del fútbol chileno.
Sin embargo, esta vez la historia está contada desde la cara de otro de sus protagonistas. Rafael Olarra, quien terminó saliendo en la foto de aquel gol, comentó en ESPN sobre ese momento que aún permanece en su memoria tras 16 años. En el diálogo con la cadena televisiva de deportes lo tildó de “tramposo”.
“Hizo trampa y que todo el mundo lo sepa. Estaba fuera de la cancha y no pidió para entrar, entonces no tenía marca. Justo le cayó la pelota de un despeje. Estaba mal, realmente mal, estaba vomitando afuera de la cancha . Nadie le dio la autorización de entrar y lo hizo solo, entonces no estaba marcado”, acusó el exjugador de la U, que ahora se desempeña como comentarista de TV.
En relación a la consulta de por qué no frenó la carrera de la Pantera, Olarra justificó su actuar. “Tomó la pelota y agarra velocidad, yo no quise hacerle nada porque tenía tarjeta amarilla y me iban a expulsar. Vi al Chino Martínez que venía rápido y creí que iba a poder, pero se le fue acabando la batería. Y Miguel Pinto, el cara de lenteja, no pudo hacer nada. Yo pude meter el brazo o la pierna, pero era el último hombre”, comentó ante la posibilidad de ver la cartulina roja.
Por último, el exzaguero de Audax Italiano se refirió a su actitud dentro del campo en sus casi 20 años de trayectoria. “Desnuda cómo era yo como jugador. Nunca me gustó ser desleal, a veces me salía de mis casillas, pero era muy pocas veces”, lanzó.
La trayectoria de Olarra
En su carrera, además de vestir las camisetas de los mencionados Universidad de Chile y Audax Italiano, Olarra tuvo pasos en Unión Española; Universidad Católica; Maccabi Haifa; Osasuna e Independiente de Avellaneda. En las dos décadas que jugó en esos distintos elencos, convirtió un total de seis goles, tal vez el más recordado sea el cabezazo con la U a las Chivas de Guadalajara en el Estadio Azteca por las semifinales de la Copa Libertadores 2010.
Además, destaca en su currículo la medalla de bronce con la Selección Chilena en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.