Durante la noche de este viernes, Diego Molina —una de las tres personas que se fotografió con el cuerpo sin vida de Diego Maradona— se entregó a la policía de Chacarita tras el repudio generalizado de la sociedad argentina. La foto, viralizada por las redes sociales, muestra al funebrero con una media sonrisa y el pulgar arriba mientras Maradona yace en el ataúd, antes de ser velado.

De acuerdo a la prensa argentina, Molina llegó a la comisaría acompañado por su abogada de confianza, donde se le tomaron “sus datos filiatorios y teléfonos de contacto”. Según TyC, la Fiscalía investiga la presunta “profanación de un cadáver y la violación de derechos personalísimos”. Molina fue dejado en libertad.

La funeraria Pinier Sepelios fue la encargada del velatorio de Maradona. Uno de sus dueños, en diálogo con el diario transandino La Nación, comentó que ni Molina, ni las otras dos personas que también fueron fotografiadas junto al mítico 10, eran funcionarias de la empresa.

Argentinos Juniors, club donde Maradona hizo su debut, informó que su Comisión Directiva elevó al Tribunal de Disciplina de la institución un pedido para que Molina sea expulsado de por vida como socio del club.