Gonzalo Higuaín anunció su adiós de la selección argentina. "Ya está. Pensándolo bien profundamente, mi ciclo en la Selección ya está. Quiero disfrutar de mi familia. Para alegría de muchos y de otros no tanto, mi ciclo ya está como también lo hicieron otros compañeros. Así que ahora que ya se pueden dejar de preocupar si estoy o no estoy", declaró el delantero del Chelsea en el programa 90 minutos. La declaración de Pipita generó inmediatas reacciones. Naturalmente, en Argentina. Y, sorpresivamente, también en Chile.
El nombre del delantero se transformó rápidamente en trending topic en Twitter. La situación no es casual. Para mal de los transandinos y para bien de los chilenos, intervenciones suyas han resultado clave para los éxitos más recientes y significativos de la Roja.
En la final de la Copa América de 2015, Higuaín falló a última hora un virtual mano a mano con Claudio Bravo que hubiese cambiado el destino del partido y el dueño del trofeo.
La tragedia del jugador formado en River Plate crecería después, en la serie de lanzamientos penales que definió el encuentro: mandó a las nubes su disparo y allanó la victoria chilena que terminó coronando Alexis Sánchez para darle a Chile su primer título continental. Después de ese partido, incluso tuvo que enfrentarse con un hincha que se burló de él.
En la final de la Copa América Centenario se produjo otra situación clave. Después de un error de Gary Medel, Higuaín quedó solo frente Bravo y definió sobre el portero. La escena termina con el Pitbull evitando el gol sobre la línea y estrellándose contra el vertical derecho.
"Les digo que es muy difícil. En Argentina se valora más lo que no se metió que los que sí. Creo que los goles en Eliminatorias son importantes también y se les da menos valor", declaró en el momento de la despedida. En su país tampoco le perdonan el fallo en la final de la Copa del Mundo ante Alemania, la otra oportunidad en la que pudo cambiar su suerte y la de su país.