“Hoy se sale, Gato”: el día en que Gastón Gaudio recordó la fiesta sin límites que disfrutó con el Chino Ríos
La confesión del tenista argentina, sobre cómo era salir con el ex número uno, se ha ido transformando en un recuerdo de culto para los fanáticos del deporte blanco.
La leyenda de Marcelo Ríos sigue dando que hablar entre el mundo del tenis. Los logros y la personalidad del chileno, lo transformaron en un personaje clave del circuito en los años 90′, provocando que el apellido del zurdo fuese conocido en todo el mundo. Por eso también, a sus compañeros y amigos se les sigue preguntando por el oriundo de Vitacura.
Y entre todas esas declaraciones y recuerdos, la de Gastón Gaudio hablando de cómo era salir de fiesta con Ríos fue una que acaparó la atención de los hinchas nacionales. A día de hoy, esa reflexión podría definirse como de culto entre los seguidores del deporte blanco.
El relato se produjo hace unos años en el programa “Perros de la Calle” de Radio Metro. Ahí, el ex campeón de Roland Garros confesó y detalló una de sus tantas salidas con la estrella nacional. “Las noches con el Chino Ríos son muy buenas diez años después, cuando las cuentas, pero la pasas como una montaña rusa: cuando llegas, dices: ‘para qué m... estoy acá, pero un poco te gusta”, adelantaba antes de relatar la salida a bailar que tuvieron en Suiza.
“Habíamos perdido, era ya casi de los últimos torneos del año, en Basilea, cuando ya estás frito de la cabeza, que ya no puedes más. Yo jugaba tipo 7 de la tarde, pierdo aproximadamente en ocho minutos, 6-1 y 6-2. Vuelvo al hotel, entro al lobby y veo al Chino en las mesas del bar -ya eran como las 10 de la noche- vestido de tenis, como había terminado a las 3 de la tarde, que había perdido también. Lo veo con short, con el bolso de las raquetas, y en la mesa había 17 cervezas”, agregaba entre la incredulidad del panel.
Entre risas, Gaudio sigue el relato. “Yo llego y lo veo al Chino. Y le digo: ‘¿Pero me estás jodiendo? No subiste ni a cambiarte’. Y él me dice: ‘Hoy se sale, Gato’. Ya no se podía mantener en pie. Yo ya lo veía venir”, confesó el argentino, quien pese a aceptar la decisión admitió sentir mucha duda, porque según él no había forma de que la situación terminara bien.
“Vamos a un lugar, que era lo único que había. Un lugar muy bar, pero muy fino. Todo de vidrio, seguridad, todos inmaculados. Tres de la mañana, yo no podía más. Ya el Chino había hecho todos los escándalos que puedes hacer en un lugar, pero nunca era suficiente”, contaba Gaudio, quien terminó aceptando que en un momento dijo basta.
“A último momento, yo le digo: “Chino, ya no puedo más, me voy’. Y me dice: ‘No, no, no, espera un poco, acompáñame’. Lo sigo y se mete en el baño de mujeres, directo. No sé si se confundió, yo creo que sabía bien adónde iba (...) Yo lo veo y le digo: ‘¿Qué haces, estás loco?’. Me dice: ‘No, no, no, que por acá entró una amiga, que la quiero ver’”.
El desenlace
Tras un rato esperando que el campeón de Indian Wells saliera del baño, apareció un tercer protagonista en la historia. “A los siete minutos lo veo: un gigante agarrándolo de la colita al Chino Ríos, y lo empuja de patitas a la calle, pero tirándolo así como una basura, como en las películas”, dijo el ex deportista argentino.
“Cae y se queda mirando frente al boliche. Yo adentro y él afuera. Voy caminando, salgo, cruzo la calle y estaba el Chino tirado. Le digo: ‘¿Pero estás enfermo de la cabeza? ¿Cómo haces eso? Es obvio que te iban a echar y me dice: ‘Estos tipos no entienden nada (...) Espérame acá'. Toma carrera, va corriendo, le pega una patada y estalla el vidrio del lugar. Vuelve corriendo y dice: ‘Vamos, vamos, vamos’”, sentenció Gaudio, que agregó un punto más: “Cada vez saliendo, era eso”.
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