El bus de Universidad de Chile llegó a las 16 horas al aeropuerto de Pudahuel. Uno de los primeros en bajarse fue el técnico Guillermo Hoyos, quien recibió el tibio apoyo de unos cinco hinchas azules presentes en el recinto. El argentino estaba muy serio y apenas sonrió durante su camino al sector de embarque internacional. La escena se repitió con casi todo el plantel estudiantil. Jean Beausejour, Johnny Herrera y Mauricio Pinilla, entre otros, pasaron en absoluto silencio. Sólo accedieron a posar para fotografiarse con el pequeño grupo de fanáticos que los estaba esperando en la terminal.
El ánimo en el vestuario de la U no es de los mejores, una situación que se nota a kilómetros de distancia. La humillante derrota por 6-1 sufrida ante Unión La Calera tensionó en demasía la previa del viaje a Belo Horizonte, donde este jueves el cuadro estudiantil enfrentará a Cruzeiro, por la Copa Libertadores de América. Un partido que ahora tomó más importancia de la que ya tenía, porque además de ser clave en la lucha por la clasificación a los octavos de final, ahora también es vital para el futuro del cuestionado entrenador.
La goleada ante los cementeros cayó muy mal en la directiva. No sólo por lo estrepitoso del resultado, sino también por la "liviandad" con la que el DT se tomó el cotejo, según apuntan en la mesa de Azul Azul.
Por un lado, la crítica apunta al equipo B alineado por el estratego en la Quinta Región, pero sobre todo a la banca de suplentes plagada de juveniles. El único experimentado era David Pizarro, aunque era un hecho que no jugaría ni un sólo minuto. Y así ocurrió.
Por el contrario, Cruzeiro no privilegió un torneo sobre otro y enfrentó su duelo ante Fluminense con siete titulares, mientras que el resto fue a la banca, una situación que acentuó la molestia en la sociedad anónima universitaria.
"Fue una decisión desafortunada. Se les dio descanso a muchos jugadores y se pagó caro", señalan en el CDA, donde apuntan que la determinación fue exclusivamente del transandino, es decir, ningún miembro del plantel le pidió dosificar.
Hasta los ídolos sacaron la voz para atizarlo. "Un jugador profesional puede jugar cada tres o cuatro días… Venden la pomada y después comparan a los jugadores con los del Barcelona… Estamos haciendo el ridículo", disparó Sergio Navarro, histórico capitán del Ballet Azul, en radio Cooperativa.
El histórico 6-1 ante los caleranos dejó tiritón a Hoyos, quien ya venía aproblemado por el mezquino juego mostrado por la U en el Superclásico. Colo Colo, sin exhibir mucho, se impuso por 1-3 en el Nacional y desnudó las falencias del conjunto azul, que pese a estar en ventaja tempranamente se echó atrás y le cedió todo el protagonismo al archirrival. La única salvación del DT parece ser lograr el pase a la ronda de los 16 mejores del certamen continental.
Para eso, es urgente un resultado positivo en Brasil. Si bien se trata de una misión compleja, el antecedente más inmediato invita al optimismo, ya que en la primera fecha el cuadro universitario venció de visita a Vasco da Gama, en Río de Janeiro, por la cuenta mínima.
Más le vale a Hoyos que la U obtenga al menos un punto en Belo Horizonte. De lo contrario, su arriesgada decisión de guardarse a casi todos sus titulares en el ámbito local tendrá aún menos justificación. Su plan habría fracasado por completo.
Por ahora, en Azul Azul aseguran que no están buscando reemplazante para el entrenador, pero el escenario puede variar si no hay mejoras en el corto plazo.
El técnico igual pasa facturas. Ni Vaz ni Monzón fueron citados para enfrentar a la Raposa, por lo que no viajaron a Brasil. Sí lo hizo el panameño Armando Cooper, quizás el más rescatable del desastroso partido en el Lucio Fariña. También destaca el regreso de Jara y Beausejour.
El nerviosismo que inunda a la U también tiene relación con la continuidad de varios jugadores. Por ejemplo, Matías Rodríguez está a la espera de renovar su contrato. Sin embargo, no le han respondido sobre su última propuesta. Desde su entorno señalan que ha bajado hasta en un 40% sus pretensiones económicas, con tal de extender su vínculo, que finaliza en junio, y retirarse de azul. Vaz y Cooper tiene sus días contados. Lo normal es que dejen sus cupos de extranjero a Benegas y Zacaría.
Yeferson Soteldo fue de los pocos que habló antes de subirse al avión. "Fue un golpe duro, pero nuestra primera meta siempre fue la Copa", declaró a la pasada.