Francisco Huaiquipán consigue salir de la cárcel, aunque quedará bajo la medida cautelar de arresto domiciliario total durante el plazo que tome la realización de la investigación a la que está siendo sometido después de ingresar 38 teléfonos celulares, además de sustancias ilícitas como cocaína y pasta base al penal Colina 1, donde se encuentra recluido su hijo, detenido en el marco de la investigación por el homicidio del exfutbolista Leopoldo Osores, ocurrido en 2016. Esa operación fue desbaratada por personal de Gendarmería.
La tercera sala de la Corte de Apelaciones de Santiago acogió los argumentos que presentó la defensa del ex volante de Colo Colo, Magallanes y San Felipe y, por la votación de la unanimidad de sus miembros, permitió el exjugador abandone el recinto penitenciario en el que cumple la prisión preventiva. Huaiquipán dejará el penal a las 17 horas.
El tribunal de alzada consideró que Huaiquipán incurrió en el delito de microtráfico y no de tráfico de drogas, como había acusado el Ministerio Público durante la audiencia de control de detención. En ese contexto, autorizó el cambio de la medida cautelar que pesaba sobre el exdeportista. El exmediocampista deberá permanecer en el domicilio que fijó para cumplir la orden judicial durante el plazo que resta para cumplir los 90 días que determinó la jueza de garantía de Colina, Lilian Sáez.
Duro panorama inicial
La medida judicial revierte, en alguna medida, el duro escenario judicial que enfrentaba Huaiquipán. El domingo 7 de septiembre, la jueza Sáez determinó dejarlo en prisión preventiva sin aceptar los $ 2,5 millones que ofreció Huaiquipán como garantía, a cambio de salir de la prisión. Entonces, se estimó que existía un riesgo de fuga ante la enérgica sanción que podía recibir si se acreditaba su culpabilidad en el grave delito que le imputó. El castigo podía llegar a los 10 años y un día de prisión.
El viernes 11, Gloria Chamorro, quien encabeza la defensa de Huaiquipán ingresó un escrito a la corte en la que presentaba una serie de descargos para apelar a la medida cautelar inicial. La jurista aseguraba que la medida no se ajustaba a derecho. “Mi representado JAMÁS HA COMETIDO DELITO ALGUNO, situación que en estimación de esta defensa no fue ponderada por el Tribunal a quo al momento de decretar la gravosa medida cautelar objeto del presente recurso”, cuestionaba, en el documento. “El supuesto ilícito que se imputa a mi representado, ya indicado con precedencia, en el improbable e hipotético evento de que se acogiera la tesis del ente persecutor en el sentido de que, primero existiese y, luego, de que pudiese haber sido cometido por mi defendido, tiene fijado por el legislador una penalidad tal que, aún efectuando una prognosis de la eventual sanción punible que pudiere imponerse a mi mandante, éste de todas maneras sería beneficiado por alguna de las penas sustitutivas al cumplimiento efectivo de condena previstas y reguladas en la Ley nº 18.216 modificada por la Ley nº 20.603, en particular, la libertad vigilada intensiva”, añadía.
En ese contexto, solicitaba el cambio de medida cautelar al que, finalmente, accedió la corte. “Que ha lugar a la apelación ordenándose, en razón de ello, que se sustituya la gravosa medida cautelar personal de prisión preventiva que rige en perjuicio de mi representado por las del artículo 155 del Código Procesal Penal, en particular, arresto domiciliario total y arraigo nacional o, en subsidio, la o las que vuestra S.S. Iltma. estime procedente en Derecho decretar”, sostenía la presentación.
Ahora, la profesional, junto a su colega Darío Guajardo, con quien asumieron la defensa de Huaiquipán celebra la medida. “Nosotros, como defensores, apuntamos a la inocencia de Francisco Huaiquipán. Lo que le encontraron es una cantidad ínfima. Sobre esa base, los ministros estimaron que la figura correspondería a un microtráfico y no un un tráfico, por lo que una medida de menor intensidad satisfacía perfectamente la finalidad”, explica Chamorro. Guajardo complementa. “Apenas le avisé, se emocionó, se puso a llorar. Ahora, incluso, se abre otra posibilidad. Al tratarse de un delito de menor connotación, y considerando su irreprochable conducta anterior, es probable que se le ofrezca una suspensión condicional del procedimiento. Él quiere ir a juicio para demostrar que es inocente, pero es una posibilidad”, concluye.