Hugo Droguett (35) es uno de los pilares del campañón que ha tenido la Universidad de Concepción. Curiosamente, volvió al Campanil luego de 13 años, múltiples equipos defendidos, participaciones esporádicas en la Roja e incluso ahora juega en otra posición. Lo concreto es que Francisco Bozán confió en él y no defraudó. El volante confía en que puedan mantener la campaña, pero es cauto y evita hablar de la corona. El zurdo reconoce que la humildad y la regularidad son las claves del Campanil.
¿Cómo evalúa el momento del equipo?
Muy bueno. Estamos contentos con el paso que llevamos. Sin embargo, el fin de semana pasado perdimos y dejamos escapar una posibilidad de escaparnos. Sabemos que esta segunda parte será complicada, porque hay mucho en juego, tanto en la parte de arriba como los equipos que compiten por la permanencia. Estas fechas serán mucho más difíciles que las de la primera rueda.
¿A principio de año se esperaban estar punteros?
Para la Copa Libertadores hicimos una muy buena preparación. El club nos permitió ir a Argentina y desarrollar allá una pretemporada bastante intensa. Teníamos contemplado un buen inicio, sin embargo, en un principio no se dio, porque el fútbol tiene estas cosas. Luego se nos fue dando porque pudimos llevar a cabo lo trabajado.
¿Qué cambios hay respecto del equipo goleado en la Copa y de mal inicio de torneo?
Simplemente así es el fútbol. Vasco de Gama nos hizo ver muy mal. Después, en su grupo, no existieron. Todos pensaban que les iba a ir mejor y fue de los peores. El fútbol tiene esas cosas. Nosotros, luego del mal inicio, nos subimos a una racha y agarramos confianza. Cada jugador empezó a actuar de mejor manera y obviamente eso hizo que el conjunto creciera. Esto derivó en la posición en que estamos hoy, muy expectantes y en la pelea. Siempre se trabaja de mejor manera cuando la confianza está a tope.
Se vieron muy mal con Audax…
Las segundas vueltas siempre son más complicadas. Nos enfrentamos a un equipo que venía bastante bien, con varios triunfos consecutivos, contando la Copa Chile. Cometimos varios errores, el primer gol fue una mezcla de suerte con error y el segundo vino de contragolpe, algo que sabíamos que podía pasar. Así y todo, me parece que el resultado fue muy abultado. Ya dimos vuelta la página. Todavía estamos arriba, no podemos relajarnos y no podemos seguir cometiendo errores, porque están costando muy caro.
¿Sintieron la presión de estar arriba?
No. Todos sabemos en qué equipos está la presión. De hecho, en todas partes nos bajaron al segundo lugar, teniendo la misma cantidad de puntos y nadie habla de nosotros como punteros. Es normal y uno sabe que así será. Mientras no saquemos una diferencia, nunca seremos noticia como punteros. Siempre se hablará de lo que hacen los equipos más grandes. Tampoco esperamos que nos alaben si esto aún no termina.
Ahora viene Huachipato y su equipo tiene muchas bajas, incluido usted…
Será muy complicado para nosotros. Ambos tenemos la necesidad de ganar y nosotros tenemos muchas bajas confirmadas. Mencia por expulsión, yo por tarjetas amarillas, Benítez por acumulación y Meneses que se va a México. Tendremos una prueba importante, porque hay muchas bajas que no habíamos tenido, siempre era uno o a lo más dos y el plantel lo sabía resolver. Ahora seremos cuatro o cinco. Ojalá podamos pasar esta dura prueba.
Aún no llegan refuerzos y partió Meneses. ¿Falta plantel para sostenerse en la lucha?
No. Ha habido mala suerte en el sentido de refuerzos. También hay compañeros de gran jerarquía que han estado fuera por decisión técnica y lesiones. Esperemos que eso no nos pase la cuenta, si bien perdemos a un gran jugador, tenemos que tener la capacidad para reemplazarlo. Si habrá refuerzos o no, eso seguramente lo están viendo la dirigencia con el cuerpo técnico.
¿Qué objetivo se trazan este año?
Seguir arriba y que eso nos permita poder pelear hasta el final. Ahí estará la clave. Hay que mantener lo que hemos venido haciendo y eso nos permitirá seguir arriba.
¿No se habla sobre salir campeón?
No, acá no se habla sobre salir campeón. Quedan 13 fechas y es prematuro hablar de eso, porque aún no hay grandes distancias. Ninguno de los que está arriba se siente con mayores opciones al título, ya que las distancias son cortas. Quizás en algunas fechas más se podrá hablar de definición.
¿Les alcanzará para pelear hasta el final del torneo?
Esperemos que sí. Con lo que hemos hecho en la primera etapa y hasta ahora, no está alcanzando. En un par de fechas más veremos de qué estamos hechos.
¿Cuál es la mayor fortaleza de su equipo?
Todos hemos sido muy parejos. Cada vez que ha faltado alguno de se ha podido resolver de buena manera. Ahí está el éxito de nuestra campaña. No podemos quedarnos en eso, porque aún falta bastante.
El promedio de edad del Campanil es de los más altos. ¿Cómo pesa esta experiencia?
Muy bien. El equipo tiene jugadores de experiencia y jerarquía en todas las posiciones. A la larga eso te puede ayudar, como también perjudicar. Lo que nos caracteriza es que somos un grupo muy tranquilo, sin personalidades muy fuertes y eso hace que en todo momento la convivencia sea muy amena.
¿Se siente más el desgaste físico?
No. Jugamos una vez a la semana, entonces el trajín no es desgastador.
¿Se siente referente del plantel?
Sí, quizás por mi carrera pueda tener esa chapa. Sin embargo, siempre he sido de la idea de que eso se demuestra en el día a día. Mi intención es seguir así y, seguramente, mis compañeros podrán confiar mucho en mí.
¿Cuál ha sido su experiencia con Francisco Bozán?
Él confió en mí. En un momento en el cual no tenía club, se acercó. Ese respaldo lo he podido traspasar a la cancha. Ha sido una relación de confianza mutua y la verdad es que me tiene muy contento.
¿Qué fortaleza le ve a su técnico?
Tanto él como el grupo, en los momentos más difíciles, cuando se hablaba de su salida, siempre mantuvo la calma. Eso nos permitió sacar el mal momento adelante y es cosa de ver donde estamos ahora.
¿Bozán tiene gran llegada con el plantel?
Obvio. Se ve reflejado en nuestra forma de jugar. Si no le creyéramos, seguramente los resultados no serían los de ahora.
Dentro de un mes usted cumplirá 36 años. ¿Cómo se siente?
Me he sentido bien. Siempre habrá alguna dolencia, pero he aprendido que un jugador que no tenga molestias, por ahí no es jugador. Es algo con lo que el jugador tiene que vivir. A veces la edad no colabora en esto, pero he jugado la mayoría de los partidos desde que llegué al club.
¿Cómo se proyecta?
Por ahora estoy tranquilo. No me proyecto más allá del fin de mi contrato. A fines de año se acaba y no veo más allá. Hay que ir día a día y hacer las cosas bien. Lo que pueda venir, se verá en su momento.
¿Ha pensado en el retiro?
Lo he pensado tiempo atrás, porque cada vez que he terminado contrato me ha costado mucho encontrar club. Pero repito, estoy tranquilo y no he pensado más allá del término del contrato. Obviamente sé que a medida que pasa el tiempo, se acerca más y es inevitable.
¿Cuáles son las diferencias entre el Droguett que jugó el 2004 en El Campanil y el actual?
Uno está más viejo (ríe). Antes jugaba en otra posición, era volante ofensivo por la banda y ahora estoy más centralizado. Lo bueno es que sigo estando vigente. Las dos etapas han sido buenas y no todo jugador puede decir eso. Siempre la vuelta a un lugar cuesta más, en este caso para mí ha sido igual o de mejor manera. Podría decir que esta vuelta ha sido mejor de lo que pensaba.
Usted ha defendido varias camisetas en Chile. ¿Con cuál se identifica más?
Siempre he dicho que mi mejor momento futbolístico fue en la U. Fue lo que me llevó al extranjero. No pude ser campeón, pero fue el inicio de una nueva etapa. Comencé en Católica, luego mi carrera se realzó en Temuco, después estuve en la Universidad de Concepción y ahí pude llegar a la U. Ratifiqué mi buen momento ahí y no es algo que cualquier jugador puede decir. No es fácil llegar a un grande y rendir ahí es doblemente complicado.
Usted participó en el proceso mundialista de Marcelo Bielsa. ¿Se ilusionó con ir a Sudáfrica?
Obviamente que sí. Estaba en un buen momento, jugaba en el extranjero y fui parte del proceso. Finalmente no se dio y no pasa nada. En la carrera del futbolista algunas metas se cumplen y otras no. Así me pasó a mí. Estoy conforme con lo hecho hasta ahora.
¿Le duele no haber estado?
Sí. Es el sueño de todo jugador defender la camiseta de su país en un Mundial. Me hubiese encantado, pero no se dio. Sería egoísta en reprochármelo, no se dio, pero otras cosas sí.