Hugo Droguett (37 años) se nota decepcionado. Y un poco hastiado también. El encierro derivado del coronavirus se mezcla con la decisión de Deportes Temuco, el club al que eligió irse cuando era figura en Universidad de Concepción, de pasarlo, junto a sus compañeros, al seguro de cesantía. “Ha sido complicado poder sobrellevar todo esto, más cuando hemos tenido que estar encerrados por mucho tiempo, sobre todo acá en Temuco. Estamos más normal ahora, estuvimos un mes y medio en cuarentena total. Esperamos que esto empiece a bajar. Ya hay fechas tentativas para poder volver”, confiesa en la octava edición de En Cuarentena, de El Deportivo de La Tercera.
Cristián Canio dijo que está cobrando 160 mil a través del AFC, ¿qué le parece esta realidad de Deportes Temuco?
Sabemos de la situación. Uno siempre va a esperar otras respuestas. Lamentablemente no fue así para nosotros y hemos tenido que sobrellevarlo de la mejor manera. No es fácil, sobre todo porque los montos son bajísimos. Bueno, no solo a nosotros, sino a toda la gente del país. Nos toca porque somos futbolistas y siempre uno puede tener una realidad diferente. Es la decisión del club y tenemos que acatarla.
¿Cómo se llega a esta situación de que Deportes Temuco termine cobrando el seguro de cesantía?
Eso no te lo podría decir. Salió esta ley y el club fue el primer equipo en tomarla. No es que te sorprenda, pero uno nunca espera que esta situación haya llegado a ese punto. Se pudo haber conversado para llegar a mejores términos para estar más tranquilos. La mayoría de los compañeros están cobrando muy por debajo de lo que es normal. Tenemos familia, hijos, compromisos que asumir. Con esa cantidad que se ha podido cobrar estos meses no alcanza.
¿Cuánto cobra mensualmente a través del fondo de cesantía?
Cobré un poco más (que Canio), pero independiente del monto lo ideal hubiera sido no llegar a eso. El día de mañana tenemos que volver a entrenar y cómo motivas a un plantel con el que no lo conversaste, no hiciste de mejor manera esto para tus trabajadores. Va a ser un poco complejo. Ya llegará ese día, una reunión donde nos podamos decir las cosas de frente.
¿Alcanza para vivir con lo que está obteniendo de este fondo? ¿Se está comiendo los ahorros?
Por mi parte puedo decir que he tenido una carrera exitosa, de una u otra manera. He sido siempre ordenado y no he tenido mayores problemas. En ese sentido no me ha tocado sufrir tanto.
¿Qué lleva a Deportes Temuco a no poder sentarse a conversar y negociar?
La decisión de nuestros jefes. La toman ellos. Después hubo un par de reuniones, pero cada propuesta que se hacía no era pareja, nos seguía perjudicando a nosotros. No estaban las grandes intenciones de poder ser justos en una medida.
¿Cuántas veces se juntaron con la dirigencia de Temuco?
Hubo varias reuniones. Me quedé por fuera porque soy malo para bajar aplicaciones en el teléfono. Solo pude escuchar los mensajes que mandaron al grupo los muchachos que encabezaron las reuniones.
La mesa se quiebra y ustedes terminan redactando una carta en la que exponen la situación y un video que molesta a la dirigencia…
Después de eso recién hubo acercamientos. De un inicio, nada. Nos comunicaron que el club se acogía a la ley y que debíamos cobrar los fondos que uno tuviera. Después de que hicimos ese pequeño ruido la dirigencia reaccionó y quiso poder llegar a un acuerdo. El acuerdo siempre era perjudicándonos a nosotros que para llegar a un buen camino. Por eso después no hubo muchas más reuniones, no tenía sentido.
¿Se arrepiente de haber vuelto a Temuco?
Cuando pasan todas estas cosas uno quiere volver el tiempo atrás, pero no me arrepiento. De una u otra manera era volver a casa, una decisión familiar. Lamentablemente tampoco íbamos a saber que iba a llegar una pandemia tan fuerte y que nos íbamos a tener que ver enfrentados a esta situación. De no haber pandemia todo estaba bien. Es algo que nos perjudica a nosotros y a todo nuestro país.
Costó un poco entender la decisión de partir de la U. de Concepción, que uno de los mejores jugadores del campeonato termine yéndose a Primera B por elección propia. Una decisión familiar…
La propuesta era buena. En la U. de Concepción me quedaban cinco meses de contrato. Se había cambiado de dirigencia. Habíamos llegado a un acuerdo de un año más, pero la directiva nueva desconoció el acuerdo. No lo quisieron firmar y al tener una buena propuesta de Temuco, de volver a mi casa, mejor agarro mis cosas y me voy. Fue una decisión propia, gatillada por la dirigencia nueva que llegó a la UdeC. Desconocieron el acuerdo que tenía con el club.
¿Cómo es su relación con Marcelo Salas?
Muchos pueden creer que somos amigos. Tuve la suerte de estar con él en la U y en la Selección. Soy súper respetuoso y soy solamente un trabajador más. Hago mis cosas y más de eso no tengo relación. Es una relación normal de trabajador hacia su jefe.
¿Cómo es el Marcelo Salas jefe? ¿Le llama la atención la forma en que ha actuado?
Llevo poco tiempo en el club, pero claro que te sorprende la decisión. Pero independiente de que sea Marcelo Salas, lo que molesta es la actitud, la decisión. Se habla más porque es él y nadie espera que se haga eso. A estas alturas termina dando todo lo mismo. Nos hemos comido todo el tiempo y estamos a poco de volver a entrenar. En algún momento tiene que haber alguna reunión, porque sin dudas que acá algo se quiebra.
Marcelo Salas fue futbolista. Se podía entender que él podría haber comprendido de mejor forma un fenómeno como este.
Eso es lo que a nosotros de una u otra manera nos pega más fuerte. Uno espera otra manera.
Salas fue siempre cercano al sindicato de futbolistas y se involucró en situaciones de carácter social. Y hoy, al otro lado de la vereda, actúa de un modo diferente...
Obvio que cuesta. Uno es un ser humano. Tienes que pensar de tratar de llevar de la mejor manera a tus trabajadores. Él es nuestro jefe y uno espera un mejor trato del jefe, independiente del nombre. Todos esperan un trato digno. En este caso nos sentimos abandonados. Solo se nos informó eso y de ahí en más no hemos tenido mayor comunicación más que las pocas reuniones encabezadas por un grupo de compañeros. Hasta ahora no sabemos si vamos a volver a entrenar, solo lo que uno puede ver en los medios de comunicación. De parte del club no tenemos ninguna información.
Fue compañero de Marcelo Salas. ¿Ni siquiera hubo alguna llamada telefónica, un mensaje de Whatsapp o algo que permita saber en qué están y cómo están?
Nada. No tenemos ninguna comunicación más que la que tenemos en nuestro grupo. De poder entrenar, estando activo. Esto va a volver, pero no va a ser fácil.
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar con esta situación? ¿Se ven más fuera que adentro de Temuco?
El encierro te liquida la cabeza. Nosotros tenemos que pensar en el día a día no más. No pensar más allá. No tiene sentido matarse más la cabeza de lo que estamos ahora. Yo me liberé de eso. El primer mes fue complicado por la decisión que tomó el club. Mi cabeza estuvo con mucha rabia, en algún momento pensé en tirar la toalla y renunciar. Mis cercanos me dijeron que no lo hiciera, que estuviera tranquilo. Ahora ya estoy mejor de la cabeza, que es lo que importa. Ahora esperar qué es lo que pasa. Puede aparecer un llamado de algún club y habrá que tomar alguna decisión.
¿Sus compañeros cómo están? ¿Alguno está pasando una situación crítica?
Desde un comienzo dijimos que el que estuviera más complicado que avisara para que se le ayudara. Hasta el momento creo que todos lo han podido sobrellevar de buena manera. Seguramente que hay complicaciones, porque hay compromisos. Uno se puede imaginar que más de alguno las tiene. El cuerpo técnico juntó algunas cosas y ayudó a los que más necesitaban. Se ha podido sobrellevar con la ilusión de volver a entrenar.
¿Cómo se ha portado con ustedes el SIFUP?
Esta semana tuvimos una reunión y nos comunicaron bastantes cosas que están haciendo con el tema que nos ocurre. Nos dieron esa noticia del que estuviera con muchos problemas que se les dijera sin vergüenza. Que ellos están para ayudar y para salir adelante. Así que quedamos bastante contentos con esa reunión y que probablemente la resolución sea a favor nuestro, que sería lo óptimo. Dijeron que estuviéramos tranquilos con ese tema. Se comportaron a la altura. Sobre todo porque somos el equipo más perjudicado con todo esto.
¿Cómo se preocupan del mantenerse físicamente y mantener una alimentación adecuada?
Hasta ahora estamos todos bien. Cada uno ha seguido algunas pautas. Ya después el cuerpo técnico no nos pudo mandar porque no tenía mucho sentido. Mis compañeros y yo en lo personal nos hemos mantenido de buena manera. Hoy se empezó a entrenar en grupo, pensando en que el regreso está cerca. Esperemos que estemos bien. Después hay que solucionar las otras cosas que van a ser más importantes que el poder entrenarse y estar bien físicamente.
Ustedes siguen pensando en volver grupalmente a Temuco…
Por lo que tengo entendido, todos debiéramos volver cuando nos digan. Si alguno puede tener alguna oferta, seguramente la va a tomar y va a querer irse, más que nada por el trato.
¿Le dan ganas de volver a jugar por Temuco después de todo lo que ha pasado?
Es nuestro trabajo. Independiente de que hoy estoy radicado acá, uno tiene que hacer su trabajo. Quiera o no, voy a tratar de hacerlo de buena manera, independiente de todo lo sucedido. Sabiendo que no va a ser igual, pero hay que hacerlo.
¿El “no va a ser igual” tiene que ver con defender a dirigentes que les dieron la espalda?
Y con todo lo que genera el fútbol el general. Hay muchas cosas de por medio que más de alguno quisiera tomar una decisión diferente. Hay gente detrás, muchas cosas. Uno no puede decir “ya, no lo voy a hacer por x persona”, pero uno lo va a hacer igual.
¿Qué le aconseja su representante?
Mucho no se puede esperar tampoco. Él quizás siente un poco de culpa, pero acá nadie tiene culpa, ni él ni nosotros los jugadores, por una decisión tomada por nuestros jefes. Está más que asumido. Tranquilo, a ver si saca algo debajo de la manga y me tiene algo interesante para cuando se pueda volver.
¿Qué fue lo que distanció a su agente de Salas?
Ellos llegaron a un acuerdo y tampoco se les respetó.
¿Un acuerdo respecto a usted u otros jugadores?
No, un acuerdo de él.
¿Pensó en retirarse a propósito de esta desilusión?
No se me pasó por la cabeza. Más que nada era renunciar al club y ver si salía algo. Me siento súper bien. Lo estaba demostrando nuevamente. En cuatro partidos llevaba dos goles. Las ganas están más que nunca. Pero al principio fue duro. La cabeza juega mucho.
¿Qué le pasó por la cabeza en ese momento?
De todo un poco. Rabia, decepción. Me bloqueé e iba a pedir la renuncia al club. El encierro estaba jugando un poco en la cabeza y teníamos todos esos problemas con nuestro club. Sentía de todo un poco.