Hugo Vilches: "Mario Salas es el último entrenador que ha hecho escuela en Chile"

HUGO VILCHES
Foto: Luis Sevilla

El DT de Audax Italiano, que liberó al equipo de la lucha por el descenso, lo metió en la pelea por el Transición y terminó clasificándolo a la Copa Sudamericana, dialoga con La Tercera. El destino le puso dos veces a suceder al Comandante y ahora la UC lo tiene en la mira.



Seis días antes de partir de vacaciones y seis después del término del torneo de Transición, Hugo Vilches (48) se sienta a conversar con La Tercera en un café de Las Condes. Y se confiesa. El hombre que se retiró del fútbol a los 25 años por puro "desencanto", que se preparó durante 13 antes de dar el salto a la banca de su primer equipo profesional y que devolvió a Audax a las competencias internacionales después de una década, revela sus influencias, radiografía a sus pares y reflexiona sobre su propia existencia. Habla el DT paciente, el hombre tranquilo, pero también el filósofo humanista, el amante de la jardinería y la meditación y el padre de cinco hijos. El admirador de la cultura tolteca y de las canciones de Sabina y de Silvio, incapaz de entender el fútbol desligado de la vida. Y viceversa.

Fue el mejor técnico del Transición según la Gala del Fútbol. ¿Un orgullo o una mera anécdota?

Me lo tomo con sorpresa. No porque crea que no lo merezca, sino porque no espero un reconocimiento mediático de mi trabajo. Siento mucha gratitud hacia los jugadores, porque ellos son los que permiten a los entrenadores destacar o no destacar, y en ese sentido me siento agradecido y también me enorgullece.

¿Cumplió los objetivos?

Sí, porque el primer objetivo era salir de la zona de descenso incómoda en la que empezamos el año. Luego comenzamos a ganar y fue creciendo la ilusión en los jugadores. Y eso me hizo a mí también tratar de mejorar y ser más prolijo para intentar alcanzar una fórmula común defendida por todos.

¿Y al final cómo se sintió, como el técnico que consiguió clasificar a Audax a copa internacional luego de 10 años o como el que no logró entregarle al club un título que llevaban aguardando 60?

Ninguna de las dos. Me inclino más por haber cimentado en estos últimos dos semestres las bases para que el club pueda tener una regularidad en el tiempo y ojalá mantenerse de la mitad para arriba siempre.

Varios equipos dieron pelea este año, pero al final los torneos se los quedaron la U y Colo Colo. Si fueran a un balotaje, ¿quién ganaría?

La lucha es pareja, pero creo que está mejor posicionado hoy día Colo Colo con la confianza que le ha dado este último título. Por el envión de este último tramo, Colo Colo está un poco más fuerte.

El Consejo de Presidentes aprobó el jueves el regreso del torneo largo. ¿Les perjudica o les favorece?

A mí me gusta el torneo largo, pero lo importante es mantener en el tiempo una planificación y no volver a cambiar el próximo año. Eso sería un fracaso. Pero no creo que tenga un efecto considerable sobre lo que tenemos que hacer nosotros, que es ganar domingo a domingo.

Fue futbolista y ahora es DT. ¿En qué faceta destacó más?

En los dos tengo detalles que mejorar. Cuando era futbolista mejoré mucho con los años. Sin ser un futbolista con un talento observable ni una creatividad fuera de lo común, era esforzado, sacrificado. Lo que logré fue gracias al esfuerzo. Y como entrenador tengo todavía muchos ripios, puedo seguir creciendo. Cuando empecé esta carrera y perdí el primer partido con Barnechea llegué a la casa y le renuncié a mi mujer. Y era el primer partido. No sabía perder. Después aprendí que había cosas que no estaba haciendo bien y que tenía que tener la humildad para aceptar y mejorar. Hoy día el resultado no marca ni mi pensamiento, ni mi forma de trabajar, ni mi estado de ánimo.

¿Es de los que cree que un DT debe haber sido antes jugador profesional?

No sería tan drástico, pero es algo muy importante. Haber vivido lo que pasa al interior de un camarín te da herramientas para resolver las situaciones que se presentan.

La carrera de entrenador la hizo en Reino Unido y su camino en la banca comenzó en España. ¿Por qué?

Porque había tenido ese ejemplo de entrenadores chilenos que habían hecho cursos en Inglaterra, en Francia, una camada de entrenadores de finales de los años 80 que mostraron el camino, como Manuel Pellegrini, Arturo Salah, Hernán Godoy o Vicente Cantatore. Entrenadores que traían nuevos conceptos, nuevas metodologías. Me fui a Reino Unido por eso y porque admiro a los ingleses, no sólo en el aspecto deportivo, sino también porque investigan, evalúan, desarrollan y te permiten tener acceso a esos conocimientos.

Antes de llegar al profesionalismo, tuvo un paso por la Selección. Llegó para trabajar en el fútbol formativo, pero terminó siendo ayudante del plantel adulto que dirigía Bielsa. ¿Cómo fue eso?

Me tocó asumir la Selección Sub 18, con jugadores que iban a ser los sparrings de la adulta en 2009. Y en ese momento se me ocurrió tocar la puerta porque estaba muy ansioso de conocer la metodología de Bielsa, esos videos, esas canchitas dibujadas, y golpeé la de Berizzo, que se prestó con una generosidad tremenda a enseñarme todo. Y poco a poco fui adquiriendo más actividades. Nunca tuve una relación directa con Bielsa. Sí con Eduardo, que fue muy generoso, y con el profesor Bonini, con el que conservé una amistad hasta sus últimos días. Yo no estoy de acuerdo con esos que dicen que Bielsa no dejó nada. A los que golpeamos la puerta, y no sólo fui yo, se nos dio la posibilidad de aprender e impregnarse de toda esa impronta que trajo a Chile.

Pero da la sensación de que o uno es Bielsista o está equivocado. ¿No se está sobredimensionando todo?

Cada entrenador tiene un estilo distinto, pero todos, con la excepción de algunos cerebros privilegiados como Bielsa o Guardiola, que son precursores y crearon escuela, somos fundamentalmente ladrones de ideas. Luego, esa idea debes hacerla propia y sentirla para transmitirla.

Es Bielsista, entonces.

No, porque también me gusta mucho Arturo Salah, que es un fútbol distinto. De él aprendí el estilo de liderazgo impecable. Yo he ido recogiendo de muchos entrenadores. También de Sarri, por ejemplo, hoy día en el Napoli, un estudioso. Y basta con ver un partido suyo para darte cuenta del enorme trabajo que tiene detrás ese equipo.

¿Y cuál es el estilo Vilches? ¿O es sólo un ladrón de ideas?

El estilo se ha ido transformando. Hoy día todos hablan del campo contrario, de ser protagonistas, pero esos conceptos hay que saber llevarlos a la práctica. Me gusta un equipo que comprenda lo que le está proponiendo el entrenador, que no haya ninguna duda, y me gusta, sobre todo, la intensidad en el juego. Me gusta el trato de balón exquisito y los jugadores que son de equipo y logran cambiar el yo por el nosotros en esta profesión tan individualista.

Citaba, por cierto, antes a Salah, con quien trabajó en Wanderers. ¿Qué impresión le dejó todo el Caso Facturas?

Siquiera poner en tela de juicio a una persona que ha hecho una trayectoria como la suya en el fútbol, con honestidad y transparencia, que ha navegado por diferentes cargos y ha sido incluso ministro de estado, es injusto. Es una situación que se va a aclarar seguramente, no tengo ninguna duda. Lo mejor que nos podía pasar es tenerlo como presidente. Es un lujo tenerlo en el medio futbolístico.

Su primer equipo profesional fue Barnechea, al que llegó en reemplazo de Mario Salas, a quien sustituyó después también en Huachipato, su segundo equipo. ¿Tienen el mismo representante o sólo un perfil muy similar?

Yo no tengo representante, nunca lo he tenido. Manejo mis conversaciones absolutamente sólo con la persona que me quiere contratar. Quiero que me escuche, quiero que sepa cómo pienso y que me evalúe a mí, no a mi representante. Y en cuanto a Mario, no sé si vieron similitudes, pero yo tengo una gran admiración por él. Siento que es el último entrenador que ha hecho escuela en Chile. Ha tenido resultados en cada uno de sus equipos, ha dignificado la profesión con un respeto absoluto por el jugador y su entorno, y no sólo yo, creo que todos los entrenadores chilenos debiésemos protegerlo.

Teniendo en cuenta esa tendencia, no resultaría extraño verlo convertido en el nuevo técnico de la UC. ¿Le han contactado?

Yo estoy muy contento en Audax. Les debo mucho por la confianza y el respeto a la labor técnica que han tenido. Yo no llamo para solicitar trabajo porque creo que la profesión de entrenador requiere del interés del que va a contratar. Y eso no ha ocurrido con Universidad Católica. No he tenido ningún llamado. Tengo contrato con Audax hasta finales de 2018 y mi intención, si mis jefes quieren, es cumplir ese contrato. Me siento cómodo, querido y respaldado.

Hablando de bancas vacantes, luego de dos meses, Chile sigue sin tener seleccionador. ¿Por qué nadie quiere dirigir a la Roja?

No, yo creo que están haciendo lo correcto, tomándose un tiempo para evaluar la mejor alternativa, porque no todos cumplen las características que se necesitan para dirigir a la Selección.

¿Quién es su candidato para ese puesto?

No sería quién para imponerle al presidente de la ANFP un candidato.

No es imponer, es aconsejar, porque los que le interesan a la ANFP parece que no quieren venir.

Si yo realmente creyera que tengo un candidato, tal vez lo llamaría y se lo diría internamente. Pero no es el caso. No me atrevería a darle un consejo a un hombre con tanta sapiencia como Arturo Salah.

También se ha hablado mucho esta semana de la posible llegada a la banca de Santiago Morning de Paula Navarro, que sería la primera mujer en dirigir en el fútbol profesional. ¿Cuál es su opinión?

Creo que decir que por su género no puede dirigir a los hombres es una forma de discriminación. No veo que tenga que ser técnico nacional y técnico extranjero, técnico mujer u hombre, creo en las capacidades de las personas. Es mucho más importante para mí la honestidad y la ética de un profesional que cuál es su género o de dónde viene. Creo que a lo mejor el medio no está preparado, pero yo a las mujeres sí que las veo preparadas. Preparadas para romper con todo. Yo creo mucho en la mujer, en su fuerza. Creo que la mujer es el sostén de la sociedad.

Decía Menotti que el que sólo sabe de fútbol ni de fútbol sabe. ¿De qué sabe o qué le interesa a Hugo Vilches?

La frase de Menotti me parece muy sabia y la comparto. Yo siempre me cuestiono y analizo qué es lo que significa estar vivo, qué es lo que significa para mí. Y no creo en entrenadores 24 horas dedicados al fútbol porque quiere decir que no van a poder nunca ver desde otro punto de vista las cosas. Creo también en un Dios sin etiqueta y en un concepto muy básico que me mantiene vivo y atento y que es el aquí y ahora. No creo que haya un segundo más importante que el que estoy viviendo. Y eso es tanto para mi vida personal como para mi vida profesional. Voy partido a partido, entrenamiento a entrenamiento y segundo a segundo.

¿Alguna afición confesable?

La lectura. Tengo una afición por la lectura importante que me permite leer muy desordenadamente cuatro o cinco libros a la vez. Literatura de la historia de Chile, de la historia universal, literatura de deportes como Barrio Bravo, o libros de Miguel Ruiz, influenciado por la sabiduría Tolteca, que es milenaria en México. La música también es fundamental para mí, la de Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez o Evelyn Cornejo, que para mí fue como descubrir a una Violeta Parra en los años 2000. Aficiones que me ayudan en el día a día y me comunican con conceptos fundamentales y al mismo tiempo tan difíciles como decirle a alguien que lo quieres.

Pero aunque su filosofía sea la de aquí y ahora, después de 17 años en esto, tendrá alguna meta a largo plazo.

Sí, pero para ser consecuente con esa forma de ver el mundo y la vida, ahora me encuentro en Audax y sólo espero poder regalarle la mayor cantidad de triunfos posibles. Hay también una meta importante que es llegar a dirigir en el extranjero. Eso me gustaría, pero para lograrlo soy consciente de que todavía debo mejorar mucho.

¿Cuál será el objetivo de Audax en este 2018?

Mi objetivo es superar lo hecho el semestre anterior. Cada año que pasa quiero hacer algo mejor de lo que hice. Vamos a mantener más del noventa por ciento del plantel y eso es muy importante para la estabilidad del proyecto que queremos.

<strong>Escuelas</strong>: "Con la excepción de algunos cerebros privilegiados como Bielsa o Guardiola, los técnicos somos ladrones de ideas"

<strong>Estilo</strong>: "Me gusta que el equipo comprenda lo que está proponiendo el entrenador, pero sobre todo me gusta la intensidad de juego"

<strong>Ofertas</strong>: "No tengo representante, nunca lo he tenido, pero no he recibido ningún llamado. Quiero cumplir mi contrato en Audax"

<strong>Paula Navarro</strong>: "Si dicen que no puede dirigir a hombres es una discriminación de género. A lo mejor el medio no está preparado, pero yo a las mujeres sí que las veo preparadas"

<strong>El trabajo del DT</strong>: "No creo en entrenadores 24 horas dedicados al fútbol, porque no les permite ver las cosas desde otro punto de vista"

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