Nada le sale bien a Colo Colo. Todo es negro, todo es rogar por no sufrir más de la cuenta. Y ni siquiera eso consiguió en su visita a Peñarol por el Grupo C de la Copa Libertadores. En Montevideo, el cuadro mirasol se paseó frente al popular o lo que queda de él. Un 3-0 que lo deja último, pero que no lo mata en la cita continental.
El problema del Cacique es estructural. El desorden y los pasos en falso de la dirigencia se copian en la cancha, con jugadores que parecen estar por su cuenta, sin una mano técnica que les corrija. Cuestiones de fútbol formativo: nunca salir por el centro, no arriesgar innecesariamente la pelota en área propia, timing para el cabezazo en el despeje, un jugador al primer palo en el córner defensivo... y así. Parece de primero básico en este deporte a nivel profesional, pero con todo eso no cumplieron los albos en la primera media hora del compromiso.
Peñarol, un elenco que está a años luz de sus mejores tiempos en el fútbol sudamericano, se encontró con tantos regalos en la primera parte, que era imposible que no emboque al menos una. A los 23′, el defensa Kagelmacher aprovechó el pivoteo en un córner de Gabriel Suazo (sí, del volante chileno) y concretó el 1-0.
Al otro lado, Dawson prácticamente sin trabajo. Colo Colo no podía hilvanar una jugada buena, con sus volantes más ofensivos casi siempre recibiendo de espalda y sin visión de campo para alimentar a un náufrago Esteban Paredes.
Algo despertó el cuadro popular antes del descanso. Gabriel Costa, un jugador cuyas acciones positivas no alcanzan a cubrir en nada todas las malas que comete, generó un tiro libre que Leo Valencia estrelló en el travesaño. Fue lo más peligroso de la visita en todo el partido. No tenía para más.
Tampoco tuvo mucho que entregar en la segunda mitad, por más que tras el pitazo de reinicio amagó con instalarse un poco más arriba en el campo. Una intención que no fue acompañada con capacidades individuales ni colectivas. Y que se derrumbó totalmente con el cañonazo de Facundo Torres (57′) que dejó parado a Miguel Pinto. Ahí se acabó el partido en cuanto a la definición de un ganador.
Es que Colo Colo no tiene cómo dar vuelta un marcador adverso. El recuerdo de hace dos semanas en el Monumental, justamente contra el mismo rival, ahora parece un acto de la buena fortuna. La respuesta de Gualberto Jara desde la banca fue ordenar el ingreso de Óscar Opazo, evidentemente no recuperado de su lesión, y Matías Fernández, con todas las debilidades físicas que hoy sufre. Sin profundidad, sin desborde, sin pase al espacio, el conjunto blanco sucumbió sin argumentos a su favor.
Para rematar esta historia, Peñarol se encontró con el tercero. Otro golazo a distancia del recién ingresado Jonathan Urretaviscaya, a los 83′. El epílogo de la humillación en Montevideo, frente a un equipo que ni siquiera tuvo que lucirse para sacar una amplia diferencia en el marcador.
Lo increíble es que Colo Colo sigue vivo en el Grupo C, apostando todo a un triunfo sobre Wistermann en el Monumental. Eso es esta escuadra hoy: una apuesta sobre cero. Triste, doloroso para su hinchada. Ningún examen le sale bien al Cacique.
Peñarol 3: K. Dawson; G. González, F. Formiliano, G. Kagelmacher, J. Piquerez; G. Gargano (71′, A. Álvarez Wallace), J. Trindade; F. Pellistri (80′, C. Rodríguez), D. Terans, F. Torres (75′, J. Urretaviscaya); A. Álvarez. DT: . M. Saralegui..
Colo Colo 0: M. Pinto; F. Campos, C. Fuentes, J. Insaurralde, R. De la Fuente; C. Carmona (64′, O. Opazo), G. Suazo; M. Bolados (90′,_E._Espinoza, L. Valencia, G. Costa (73′, M. Fernández); E. Paredes (90′, J. Parraguez). DT: G. Jara.
Goles: 1-0, 23′, Kagelmache aprovecha un despeje fallido de Suazo y anota en el segundo palo; 2-0, 57′, Torres saca un zurdazo desde fuera del área que deja parado a Pinto; 3-0, Urretaviscaya saca un derechazo al ángulo desde mucha distancia.
Árbitro: Juan Benítez (PAR). Amonestó a Carmona, De la Fuente, Fuentes, Bolados (CC).
Estadio Campeón del Siglo (Montevideo). Sin público.