Bryan Inostroza se escapa por la izquierda. Controla de derecha y deja atrás a dos uruguayos. El chileno continúa encarando y cuando el arquero sale a achicar, remata por abajo. La pelota entraba sola a la portería charrúa. Era el sexto gol para Chile, que aumentaba a tres su ventaja y aseguraba el paso a la semifinal del Mundial de Fútbol 7. Cuando el balón llegaba a la línea aparece Rodrigo Asenjo (29) y la detiene. No lo hizo para evitar el tanto, sino para agacharse y con un cabezazo desde el suelo, alabado por unos y criticado por otros, empujar suave para agrandar la goleada.

Rodrigo anota, se para y empieza a correr. Cuatro uruguayos salen a buscarlo. Dos de ellos chocan entre sí. Asenjo sigue corriendo. "¿Qué hace ese hijo de puta?", grita un charrúa. Minutos de tensión que bastaron para que el video se hiciera conocido en el mundo entero. En redes sociales circulaba el gol. En los comentarios, chilenos debatían sobre su ética. Pero al tiempo en que se hacía viral, también se iba conociendo el torneo donde se originó y la selección chilena que, finalmente, saldría cuarta de aquel mundial.

Roma fue la sede del campeonato del mundo de fútbol 7, una disciplina masivamente practicada en Chile de formar amateur, comúnmente conocido como futbolito. Del 24 al 28 de septiembre se disputó el torneo que reunió a 12 selecciones. Entre ellos la Roja, que compartió el grupo A con Italia, Rusia y Etiopía. Con dos triunfos y una derrota, avanzaron a cuartos de final.

Ahí se toparon con Uruguay y el ya conocido gol de Asenjo. La calentura que llevaba el partido llevó a que hiciera la jugada que dio la vuelta al mundo. "Habían patadas de ellos, nos daban... Pero son cosas que pasan en los partidos. No pensé nada en el momento del gol. Detuve el balón y cuando veo que están todos encima y empiezan a gritar, atiné a correr porque si me quedaba me iban a comer vivo", dice Rodrigo, quien profesionalmente jugó en Deportes Temuco y tuvo experiencias en las selecciones menores de fútbol.

No hubo más consecuencias. Todo quedó en la cancha. "Nos despedimos y todo bien. Solo un uruguayo no se despidió, otros se acercaron a decirme que eso no se hacía, pero tranquilo. Después mi teléfono explotaba. Me duché y 15 minutos después el video se hizo súper masivo", añade el nacido en Temuco.

El revuelo fue tal que de todas partes han llamado al autor del gol, quien también se hace parte del debate de si estuvo bien o no su acción. "La mayoría de la gente me felicita, dicen que los uruguayos se lo merecen. Yo digo que si lo hacían ellos o argentinos, son cancheros. Pero al tiro el chileno chaquetea. Mis compañeros en un principio se reían, pero ahora están felices porque se masificó el fútbol 7. Por un lado feliz por eso, pero triste porque se masificó por esto y no porque quedamos cuartos del mundo".

Tras ganarle a los charrúas, perdieron con Rusia la semifinal y cayeron ante Brasil en la disputa del bronce. El plantel chileno, conducido por Cristian Vásquez, ayudante técnico del equipo femenino de Audax Italiano, estaba conformado por 15 jugadores provenientes desde Chillán, Antofagasta, Temuco y Santiago. Fueron elegidos luego del campeonato nacional que se disputó en Algarrobo, previo a la copa del mundo. Del equipo, cinco tuvieron experiencias en el fútbol profesional: los ex Deportes Temuco, Robin Melo, Joaquín Figueroa y Asenjo; el ex Ñublense, Raimundo Torrealba; y el actual Colchagua, Javier Martínez.

Profesionalizar el futbolito

La Asociación Nacional de Fútbol 7 es la organización a cargo de esta selección. Nació en 2017 con el fin de unificar el futbolito con las normas internacionales. Su objetivo principal es profesionalizar la actividad. "Que la gente se dedique exclusivamente y pueda vivir de esto. Es un objetivo a largo plazo. En Chile esto lleva recién dos años así, estandarizado", explica Gonzalo Palma, presidente de la ANF7 que, a su vez, es parte de la Federación Internacional de la disciplina, que tiene 21 países afiliados.

En Chile son 10 las ligas, distribuidas en nueve ciudades y con más de 300 equipos inscritos, las que forman parte de la asociación. Se organizan campeonatos zonales que llevan a un nacional del que salen los jugadores que después estarán en la selección. Además, los clubes ganadores tienen la posibilidad de jugar torneos en el extranjero. El vivido en Roma es el cuarto proceso internacional de la Roja de fútbol 7, que ya participó en dos copas América y un Mundial, pero es la primera vez que salen fuera del continente.

Por otro lado, del 13 al 15 de diciembre la ANF7 junto a la Federación Internacional organizarán en Chile, en el estadio Bicentenario de La Florida, la Copa Sudamericana de fútbol 7, con seis categorías, y clubes de todo el subcontinente.