Hubert Hurkacz (37°) levanta el título más importante de su carrera en Miami. Llegó como un actor secundario y terminó ganando su primer Masters 1000 tras vencer a un errático Sinner (31°) por 7-6(4) y 6-4. En un torneo atípico pero legendario, el polaco hace historia.
Los nervios le jugaron una mala pasada a Jannik Sinner, favorito de esta peculiar definición. El italiano, de 19 años, copó las portadas de los medios internacionales con su deslumbrante paso por Florida, no por nada era el finalista más joven del certamen desde que Rafael Nadal perdiera el torneo en 2005. Pero hoy ese juego sereno, preciso y punzante no apareció. Muy dubitativo con su servicio, el itálico siempre tuvo que remar de atrás y pese a que tuvo chances de darlo vuelta en el primer set, terminó jugando un juego para el olvido cuando estaba 6-5 arriba.
Hurkacz por su parte es campeón trabajando de manera silenciosa, sin la atención que rodeaba al que es uno de los jugadores jóvenes más interesantes del circuito, pero con la tenacidad y valía de sus grandes victorias en el Hard Rock Stadium. Le ganó a Rublev (8°), Tsitsipas (5°) y Shapovalov (11°), algunas de las caras más poderosas del quinto grande, por lo que la confianza del número 37 del mundo estaba a tope.
Pese a que Sinner trató de remar contra la adversidad (llegó a estar 0-4 en el segundo) al fina la balanza terminó por decantarse a favor de su rival. Jannick tendrá que esperar para levantar su primer título ATP, ya que hasta ahora solo tiene las NextGen Finals de 2019 a su haber.
Hubert por su parte consigue su tercer trofeo como profesional, el más valioso sin dudar, ya que lo hará escalar hasta la posición 16 del ranking. En Miami vivió una semana soñada, demostrando que en una cancha los apellidos y números no siempre mandan. En silencio ganó en Miami, un trofeo destinado solo para grandes.