Ignacio González (30) tuvo varios motivos para no perderse el partido entre Venezuela y Chile. El primero tiene que ver con que no pudo presenciar la victoria sobre Perú, porque estaba en pleno viaje con Antofagasta a Concepción, donde los Pumas cayeron ante la U penquista. El segundo, con que dentro de la cancha en Caracas estaba uno de sus principales referentes y amigos: Claudio Bravo. “Todos sabemos lo que es Claudio. Yo hablo harto con él. Es un arquero de clase mundial. No pude ver mucho el partido con Perú, pero sí vi que tuvo un achique espectacular, extraordinario. Y son jugadas clave. Hay muy buenos arqueros en la Selección. El que lo toque lo puede hacer de gran manera”, revela en la nueva edición de El diván del Kily, el programa de conversación de El Deportivo de La Tercera. Más adelante analizará la campaña de los nortinos, quienes lucen la valla menos batida del Campeonato Nacional, de su nivel y de su faceta empresarial, vinculada al rubro inmobiliario. En esta última, que lo entusiasma, vuelve los conocimientos que adquirió mientras estudiaba Ingeniería Comercial.
¿De qué habla con Bravo?
De todo. Cuando Claudio parte a España, yo era súper chico. Estaba empezando a alternar con el primer equipo. Después lo conocí por cosas del fútbol y la verdad es que es un tipazo. Trato de aprender lo máximo posible de él.
¿Hay una comunidad entre los arqueros? Bravo también habla con el Mono Sánchez, por ejemplo. ¿Hablan de los secretos del puesto?
No sé si de los secretos del puesto, pero es un tema de afinidad entre colegas. Yo también habló con el Mono Sánchez, ya que lo mencionaste. Es bueno que se generen estas instancias y que haya esa buena onda entre los arqueros.
¿Qué gana la Selección con Bravo en el arco?
Claudio es un arquero de clase mundial, que tiene una gran experiencia. Para mí, es el mejor arquero de la historia de Chile. Ha tenido una carrera impecable. Toda esa experiencia, al llevarla a la cancha, obviamente va a hacer una diferencia. Pero, de los que están, cualquiera puede hacer un buen partido.
¿Y cuando será su momento? ¿Se ilusiona con alguna nominación?
Esa pregunta no es para mí, es para el profe. Yo tengo que prepararme lo mejor posible, hacer las cosas bien en mi club e, indudablemente, se podrían abrir puertas. Uno siempre tiene que estar preparado y si no le toca ser llamado tiene que desearle lo mejor al colega.
¿Siente que ha alcanzado una evolución que le permite, al menos, ilusionarse?
Puedo hablar por lo que ha sido el equipo. Tuvimos un bajón en estos últimos dos partidos, pero se ha visto sólido. Nos han hecho pocos goles. En lo mío, integrándome después de una lesión. Esperé mi oportunidad y solo pienso en hacerlo bien. Mi enfoque está puesto en Antofagasta.
¿Hay que dejar de nacionalizar arqueros para que jueguen por Chile y darles chances a los nacidos acá, a los formados acá? Estuvo Arias y ahora está Carabalí.
Yo pienso que es más una pregunta para el técnico. Para mí, todos los colegas merecen el mismo respeto y si les toca ser llamados uno tiene que apoyarlos lo máximo posible, como hincha y como colega. A mí no me corresponde estar diciendo si es bueno o es malo que vaya un jugador que no es nacido en Chile.
Johnny Herrera dijo que no le parecía que llamaran a un arquero de la B, con poca participación en Primera.
A mí me parece bien que se miren jugadores en todas las divisiones. Hay muy buenos jugadores no solo en la Primera División, pero esa es una pregunta para el técnico, porque él es el que analiza. Imagino que hay todo un tema de análisis ahí y que por algo lo convoca. Él puede tener esa respuesta.
A propósito de Selección, ¿Cómo valora el saludo entre Bravo y Vidal?
No vi el partido y mentiría si dijera que he visto algo al respecto.
¿Le hace bien al resto de la Selección también?
A la Selección le hace bien que todos sus jugadores estén bien.
¿Son todos amigos en el plantel de Antofagasta?
Es muy que en un plantel sean todos amigos. Obviamente, uno va a tener más afinidad con uno que con el otro, pero acá tenemos un muy buen equipo. Somos muy unidos, nos respaldamos mucho siempre. Se conformó un grupo muy lindo tanto en la parte futbolística como en la parte personal. Y eso incluye a todas las personas que trabajan en el club. Eso hace que haya muy buena energía, buena onda. Yo encuentro que hay una linda armonía.
Ese ambiente se traduce en resultados. Están cuartos y dejan una buena imagen futbolística. Con Almandoz, se les ve una identidad, que presiona.
Es un todo. No solo lo que se ve en los partidos, que es el resultado de un trabajo largo que se hace por meses. Cuando tuvimos que trabajar por Zoom hubo un gran respeto. Éramos todos súper puntuales. Hacíamos actividades. Una vez hicimos un bingo. Todas esas cosas se llevan a la cancha. El respeto y la buena onda que es vital en todo tipo de trabajo. No solo en el fútbol.
La defensa se lleva las flores en este caso. Antofagasta tiene la valla menos batida. ¿Qué le dice ese dato?
No es solo algo de la defensa. Es del equipo. Los delanteros vienen a defender o salen a presionar.
¿Es este el mejor momento de su carrera?
Falta mucho. Estoy en la mitad todavía.
Pero hasta acá, aunque también tuvo buenos momentos en Palestino y en San Luis.
En otras oportunidades también tuve buenos rendimientos. En el caso de San Luis, que me tocó jugar todos los partidos, lamentablemente, como grupo, no pudimos cumplir el objetivo que era dejar al equipo en Primera, pero alcancé regularidad y madurez. Son momentos distintos de los equipos. Esperé mi oportunidad, me preparé de la mejor forma. Cuando pasó lo de la pandemia siempre tuve en mi cabeza que debía dar lo mejor de mí para aportar al equipo. Sigo pensando lo mismo.
En el partido frente a la U de Conce, el VAR terminó siendo protagonista, ¿se sintieron perjudicados por el arbitraje de Nicolás Gamboa?
Después, viendo un par de jugadas, fue para los dos lados el tema. Y, bueno, son decisiones del árbitro, porque quizás él ocupa otros criterios. Creo que eso sería bueno preguntárselo al profe. Uno como jugador tiene que acatar todo tipo de decisiones y revertir los cobros. No es decisión de uno enojarse, por más que uno tenga la razón o no. Tienes que seguir enfocado. Pero este fin de semana fue para los dos lados.
¿Termina el VAR con los errores arbitrales?
Por lo mismo lo digo. No sé qué criterios ocupan en algunas jugadas. Cómo se aplican el reglamento y el criterio. Eso, obviamente, lo puede responder mejor un árbitro. Por ejemplo, en la mano del partido entre Uruguay y Chile todos vimos un penal claro y muchos árbitros dicen que no era penal. Entonces, hay ya es un tema de criterio del árbitro por qué no lo cobra.
¿La uniformidad de criterios es lo que hay que mejorarle al VAR? ¿Hay que establecer parámetros que no permitan interpretación?
Ahí sí que no sé. Son preguntas para los árbitros, el porqué de algunas situaciones. Uno tiene que acatar y dedicarse a jugar.
Es cierto, pero imagino que esa sensación de injusticia que se siente perjudica al estar jugando.
Sí, pero siempre ha sido así. Con VAR, sin VAR. Es parte del fútbol. Los árbitros también son humanos y se equivocan.
Pero el VAR aparece como una instancia para que este tipo de situaciones no ocurran más o se minimicen y en el torneo chileno las polémicas se producen por el VAR.
Por eso vuelvo a la respuesta de antes: me gustaría saber qué criterios ocupan.
Sé que ahora es uno de sus rivales, pero se formó ahí, ¿sufre con la crisis de Colo Colo?
Sería totalmente irresponsable si empiezo a responder de otros clubes por más que, como dices, les tenga cariño. Mi enfoque es, totalmente, en Deportes Antofagasta. No tengo cabeza para otra cosa.
¿Por qué en Colo Colo no se consolidan los arqueros formados en casa? Te pasó a ti y a varios más que tuvieron que salir a dar la vuelta larga.
Son decisiones que uno va tomando. Me tocó hacer todo el proceso de la formación en Colo Colo, salir hartas veces también. Jugar en Colo Colo es súper complicado, en el arco sobre todo. Juega uno nomás y siempre traen jugadores que son calados. Entonces, si uno no tiene experiencia, es casi imposible pelear un puesto mano a mano con otro jugador. En lo que me tocó a mí, con el Seba Cejas, el Tigre Muñoz, Juan Castillo, Renny Vega. Yo por lo menos, en mi situación, veía que tenía que ir a un lugar en que pudiera tener más chances. Tampoco eso quiere decir que vas a salir y vas a jugar en todos lados. Y así me fui a préstamo a los 20 años, cosa que me sirvió mucho como jugador y como persona, porque te das cuenta de muchas cosas que en un equipo grande tienes a la mano y que en uno chico no las tiene. Aprendí a valorar esas cosas.
¿Y no es un contrasentido pedir experiencia sin oportunidades?
No sé cómo lo verán ellos. Si quieren resultados inmediatos, no los quieren o qué es lo que buscan. Yo te puedo hablar desde mi experiencia y, cuando me veía tapado, que no iba a jugar, no tenía problemas en tomar alternativas y poder tener más minutos. Yo pienso que el arquero se hace jugando
¿Sigue pendiente una revancha en Macul?
Lo he dicho en varias entrevistas. Quizás, más adelante, si mi rendimiento va acorde a eso, puede ser una oportunidad. Pero en este momento estoy súper enfocado en el equipo, en jugar. Antofagasta me abrió las puertas. Hay un muy buen grupo. Lo que pase más adelante, uno tampoco puede saberlo. Cuando hice la campaña con San Luis soné en muchas partes, salí mucho en la prensa y tampoco pasó nada. La misma experiencia te va diciendo que tienes que vivir el día a día. El fútbol es muy dinámico.
Pero si tuviera que trazar una trayectoria ideal, ¿qué vendría después de Antofagasta? ¿Hay alguna liga que le guste?
Me gusta mucho la liga argentina, la brasileña, la española. Yo estoy empezando a vivir los mejores años de la carrera de un arquero. Cuando empiezas a adquirir regularidad, madurez. Yo me voy moviendo por los proyectos que hay. Qué quiere el club, cómo se arma, las pretensiones, si me lleva el técnico. Hay muchas cosas que se tienen que dar para que uno llegue a un club. A mí por lo menos, me tira mucho más el tema deportivo que el tema económico.
Hablemos ahora del Ignacio González empresario, ¿qué servicios presta As Inmobiliario?
Es una empresa que nace por una experiencia mía en el ámbito inmobiliario para poder ayudar, en principio, a deportistas. Hoy, en cambio, el 20 por ciento de los contratos son con deportistas y el 80, de todo tipo, que en muchos casos son mucho más fáciles de evaluar que un deportista, cuya carrera es corta, que tiene muchos altibajos. Nadie te asegura que vas a jugar todos los años de tu carrera. Pueden haber lesiones. Hay que ser súper responsable e inteligente con lo que uno puede hacer. Yo estaba estudiando Ingeniería Comercial y pensé en qué podía hacer si le dedicaba todo el tiempo al fútbol haciendo calzar los tiempos. Ahí surgió el tema de los bienes raíces. Sabía que era un mercado estable, había visto cómo se comportaba en las crisis, como ahora. Es algo que queda a tu nombre y que no te pueden estafar, como se ha visto en otros negocios. Me daba tranquilidad y no me quitaba tiempo. Pero me vi enfrentado a dificultades, como el financiamiento, sobre todo en los bancos. No te prestaban plata a largo plazo tampoco.
¿Tienen fama de malos pagadores los futbolistas?
Eso es lo que pasa. Eso me decían en todos lados. Era un tema de educación financiera. Hay que dejar claro que no todos los jugadores ganan sueldos millonarios, pero así es como la banca nos veía a nosotros: algunos tienen lucas, pero son malos pagadores, son irresponsables o se gastan las lucas en otras cosas. El caso mío es que yo tenía clara la película, que tenía claro hacia donde quería ir. Necesitaba una oportunidad. Yo era súper ordenado, pero necesitaba esa oportunidad. Ahí fue donde el fútbol me empezó a abrir puertas. Paradójico, porque el mismo fútbol me las había cerrado antes. A muchos empresarios les gusta el fútbol y les llamaba mucho la atención que llegara un jugador con un Excel, con todo ordenado, y estuviera viendo una oportunidad. Hice cursos de corretaje, de tasación. Uno tiene que saber qué va a enfrentar. En principio, por no tener experiencia, me mandé muchas embarradas. Confié en gente en que no tenía que haber confiado. Me empecé a codear con gente muy ‘capa’. Aprendí. Y ahí mis colegas empezaron a preguntarme cómo hacerlo. Muchos no cachaban o no tenían el tiempo. A mí, el conocer la gente cara a cara me abrió puertas.
¿Les falta educación financiera a los futbolistas? ¿Los llamarías a prepararse, considerando que tiene tiempo?
Es lo que la gente cree, pero muchas veces no es así. Lo digo yo, que tengo una empresa y gente a cargo. Es mucho más complicado ser futbolista. Dejas muchas cosas de lado, muchos momentos que ni toda la plata del mundo te los van a devolver. Esas son cosas difíciles. Muchos jugadores están jugando partidos importantes y nace un hijo. Uno se pierde cosas importantes. Yo me perdí la juventud. No podía hacer las cosas que todos sí. No apelo a la educación superior sino a la educación financiera. Hay profesionales que asesoro y que no saben cómo funciona el ámbito inmobiliario.
Si toco la puerta de As Inmobiliario ¿Qué consejo me daría para comprar una casa o un departamento? ¿Es un buen momento para invertir?
Depende. Hay un dicho: “En las crisis emergen las oportunidades”. Es el fenómeno que se ha dado en la empresa: hay mucha gente que tiene las lucas o que rescató el 10 por ciento y no sabía qué hacer con la plata. Se dio cuenta de que tenía una oportunidad. Quizás porque las inmobiliarias bajaron los precios un poco, porque daban facilidades de pago o porque había una persona que estaba apurada y necesitaba vender rápido una casa, un departamento o un terreno. Esas oportunidades se generan más en las crisis que en condiciones normales.
¿Un nuevo retiro del 10 por ciento es para estar más optimista que temeroso?
El primer 10 por ciento que se rescató movió harto la economía. Lo más probable es que suceda lo mismo. Pero a lo que apunto es a que, con las condiciones que uno tiene, saber lo que puede hacer. ¿Sabes cuanta gente que piensa que gana muy poco, cree que no puede hacer nada y puede hacer un millón de cosas? Yo, cuando empecé, no tenía sueldo alto. Tenía 20 años. Y fui aprendiendo.
¿Le cambió la vida después del balazo que sufrió en 2015?
Todo pasa por algo. Ese episodio fue de mala suerte, pero fue de buena suerte, también, porque estoy aquí para poder contarlo. A mí me da una impotencia terrible que a los tipos los agarran, están unos meses adentro y los sueltan ‘altiro’. Si en mi caso, que fue mediático, que se supo, al tipo lo soltaron ‘altiro’, imagínate lo que pasa en casos parecidos que no se conocen. Eso da impotencia. A mí me hicieron bolsa. Dijeron que andaba con alcohol, que había peleado y nada de eso. Yo estaba 30 metros. Quizás el que metió más bulla, porque jugaba a la pelota era yo. ¿Qué pasa con los otros tres, uno de ellos un amigo mío al que le llegó un balazo en la cara? Agarraron a una mujer presa y la soltaron a los dos o tres meses. Eso lo encuentro increíble. No sé qué criterio ocupan ahí. Estuvo a punto de matarme la carrera. Y la vida. Imagínate a cuantas personas más, la vida.
Hace dos años, en entrevista con La Tercera, dijo que el balazo hizo que se ‘avispara’, ¿en qué sentido?
Yo no sé por qué pusieron este titular. Siempre he tenido una reputación intachable en el fútbol. Siempre trato de cuidar mi imagen. Lo que sí aprendí fue a valorar más las pequeñas cosas. Me di cuenta de quienes eran los amigos que están cerca, de los que no. Son cosas que te hacen crecer y valorar muchas cosas.
¿Cuánto le duró el miedo de salir a la calle?
Nunca tuve miedo, pero era desagradable que si iba al supermercado o a echar bencina, me dijeran que habían visto el titular de que andaba con alcohol y nunca fue así. La alcoholemia estaba en cero.
O sea, le dolió más lo que se dijo que el balazo en el pie.
Fue todo lo que generó. Ese año había hartos clubes que me habían llamado, que quería contar conmigo. Y muchos de esos equipos se me cayeron. Menos mal que en Copiapó confiaron en mí. Jugué harto, me reinserté en el fútbol, tuve un récord de penales. Veía en cada entrenamiento una oportunidad.
Y cuando ve que la delincuencia no cae, ¿qué siente?
Impotencia. Completamente impotencia. Y más cuando los delincuentes caen y los sueltan. Yo, después del shock, porque el tipo disparó como cuarenta veces con un arma de guerra. Las otras personas estuvieron con sicólogo y yo, por lo dinámico del fútbol, me pude insertar más rápido. Pero imagínate lo que es saber que agarran a una persona y la sueltan al tiro y hacen su vida normal. Y a uno ni siquiera lo han pillado.
¿Y donde está la falla? ¿En las penas, en los jueces, en las policías?
A mí me encantaría tener esa respuesta, porque claramente una persona que anda involucrada en un tema así, de herir a cuatro personas, de disparar y dejará la cagada… Menos mal que no murió nadie. Imagina cuánta gente quedó con trauma, herida. Es un tema complejo. Da impotencia que los suelten al tiro. Por último que haya un especialista que los pesque y que los inserte de nuevo en la sociedad. Pero ni una ni otra. Yo lo cuento como anécdota, pero yo me veo reflejado en esas personas a las que les pasa lo mismo, que no se sabe, que queda ahí y que los sueltan ‘al tiro’