Imane Khelif deja atrás los prejuicios y las polémicas y se queda con la medalla de oro

Imane Khelif se queda con la medalla de oro en el boxeo femenino
Foto: REUTERS/Peter Cziborra

La boxeadora argelina, que posee hiperandrogenismo, es la ganadora en la categoría 66 kilos tras vencer a la china Liu Yang.



Imane Khelif fue una de las deportistas más comentadas durante el desarrollo de estos Juegos Olímpicos de París 2024. Dentro del cuadrilátero, la argelina fue una a una eliminando rivales, pero afuera de la pista, se instaló un insólito debate sobre su condición (posee hiperandrogenismo), luego de que su rival en el inicio de la competencia, la italiana Angela Carini, decidiera retirarse del ring a los 46 segundos de combate y declarara que “nunca me habían golpeado tan fuerte”. Tras días de cuestionamientos, la púgil este viernes se colgó la medalla de oro en la categoría 66 kilos.

En la final olímpica se impuso a la china Liu Yang. La deportista de 25 años desde un principio se mostró superior a la asiática, sobre todo en el primer round. En el último asalto su rival conectó golpes, pero no fueron suficientes para revertir un triunfo que fue evaluado de forma unánime para Khelif.

Con esto, la boxeadora se convierte en la segunda atleta de Argelia en conseguir el oro en esta disciplina, ya que igualó lo hecho por Hocine Soltani en Atlanta 1996.

Imane Khelif se queda con la medalla de oro en el boxeo femenino
Foto: REUTERS/Peter Cziborra

Hiperandrogenismo y la defensa del COI

Cabe destacar que la argelina posee una condición llamada hiperandrogenismo, que consiste en el exceso de andrógenos en el cuerpo de una mujer. Como antecedente, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la excluyó de último Mundial por no pasar las pruebas género, algo que el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió no considerar.

La entidad autorizó su participación en París 2024 en la categoría 66 kilos femeninos y la respaldó en todo momento. Incluso el presidente de la entidad, Thomas Bach, emitió tajantes declaraciones sobre este tema: “Nunca hubo ninguna duda sobre la condición de las deportistas. No participaremos en una guerra cultural motivada políticamente”.

“Lo que vemos es a algunos apropiarse de la definición de lo que es una mujer. Condenamos los discursos de odio vertidos contra ellas en las redes sociales”, agregó en esa oportunidad.

A pesar del despiadado debate que se generó, la nacida en Laghouat trató de no tomarle importancia a los cuestionamientos que se le hicieron: “No me interesa la opinión de los demás. Vine aquí por una medalla, y para competir por una medalla. Ciertamente competiré para mejorar y ser mejor, y Alá mediante, mejoraré, como cualquier otro atleta”, dijo antes de las semifinales.

Ahora, entre los abrazos de su equipo técnico y el cariño de su familia, festeja el logro más importante de su carrera.

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