Una de los aspectos que caracterizaron a Novak Djokovic por algún tiempo fueron las imitaciones que presentaba ante el público durante las competencias, en especial en los duelos de exhibición. Un hecho que fue recordado después de que se viralizara la representación del ¿Qué mirás, bobo? de Messi en presencia del argentino Diego Schwartzmann.
Rafael Nadal, Maria Sharapova y Andy Roddick entre otros fueron algunos de los colegas que personificó de una manera graciosa para el público, en especial cuando lo hacía frente a sus imitados.
Uno de estos encuentros lo tuvo con Rafael Nadal. En medio de un partido, Nole se dispuso a sacar, aunque sus gestos llamaron la atención del español que, manos en la cintura, esperaba a que terminara.
De inmediato, el serbio comenzó a acomodarse el pelo, limpiarse las cejas hasta sacar. Tras ganar el punto, con el brazo izquierdo, ocupó una de las características celebraciones del hispano.
También se ha fijado en competidoras de la WTA. En su momento, también tuvo como referencia para sus imitaciones a la ex tenista rusa Maria Sharapova. Con peluca incluida, Djokovic consiguió replicar los gestos de la ex número uno del mundo.
Y este papel al final fue bien recibido. De hecho compartieron en una actividad en la que el serbio personificó a la tenista en medio de una campaña publicitaria.
También destaca la imitación que tuvo de estadounidense Andy Roddick que también terminó imitando a Nole.
El fin de las imitaciones
En 2015 Novak Djokovic reconoció que había optado por terminar con hacer estas imitaciones en público. “Sentí que había ciertas miradas en el vestuario y que se me empezaba a cuestionar un poquito. Sentí que había llegado al límite y que era el momento de parar porque no quería perjudicar la relación respetuosa que tenía con los jugadores, sobre todo con los rivales top”, reconoció en una entrevista con CNN. “No lo hacía para reírme de ellos sino para llevarle una sonrisa a la gente”, explicó.
De todas formas, se mostró tranquilo al saber que la mayoría de las personas se tomaban estas imitaciones como una forma de hacer reír a los espectadores más que burlarse de sus colegas. “Estoy contento que la mayoría de la gente tiene esa percepción porque ese era el objetivo, simplemente reírnos y bromear”.
“Pero llegó ese momento que dije que tenía que dejar de hacer el payaso y dedicarme a jugar al tenis. Tal vez lo hago si el momento es el adecuado en los entrenamientos, pero tengo que tener cuidado de no ofender a nadie”, cerró.