En Argentina, buena parte del país celebró la clasificación de River Plate a la final de la Copa Libertadores. Poco importó lo angustioso que resultó el partido contra Gremio y menos los reclamos de los brasileños contra el juez uruguayo Andrés Cunha y la aplicación del VAR.
Algunos, eso sí, fueron más efusivos que otros. Como el relator Atilio Costa Febre, quien dejó fluir toda su emoción después del gol de Gonzalo Pity Martínez. "Me quiero morir, Dios santo. Pity Martínez le reventó el arco. La justicia divina lo iba a castigar a Gremio. Pity Martínez nos pone en la final. No puedo más", dice, eufórico.
Su narración se ha convertido en viral en las redes sociales.