Arturo Vidal vivió una noche distinta ante River Plate. En Buenos Aires no le perdonaron sus dichos de la semana pasada. “Tengo más títulos que todos los de River”, había sentenciado. Ni sus posteriores explicaciones fueron suficientes para evitar la hostilidad en el cotejo donde Colo Colo se despidió de la Copa Libertadores. Al cierre del compromiso, el volante fue encarado por el plantel dirigido por Marcelo Gallardo. Una situación que se repite en el certamen continental.
Cuando el Cacique clasificó a cuartos de final, al Rey también lo increparon sus colegas de Junior de Barranquilla. En esa ocasión, el tumulto se fue agrandando y comenzó una pequeña gresca, que rápidamente fue disuadida. Los jugadores albos intentaron bajarle el perfil y sacar a Vidal del lugar.
En esta jornada, el ex Bayern Múnich hizo ruido desde el calentamiento, cuando respondió a los cánticos con gestos con las manos. Al final, ya cuando se dirigía al vestuario del Más Monumental, el King le realizó muecas al público, con gestos de llanto y otras provocaciones.
El trámite del partido fue marcado por el único tanto. En ese momento, Vidal se quedó estancado en gol de River. Fue al minuto 16 que Santigo Simón recuperó una segunda pelota que metió al área y Facundo Colidió arremetió en solitario para batir a Brayan Cortés. El guardameta, Leonardo Gil y Alan Saldivia pedían fuera de juego. Sin embargo, fue Vidal quien no salió de su posición y habilitó en casi un metro al atacante transandino. El ex Juventus, consciente de su error, no se sumó a las protestas de sus compañeros.