Independiente dio el primer golpe en la final de la Copa Sudamericana. El equipo argentino se impuso por 2-1 en Buenos Aires y quedó con la primera opción para adjudicarse el título del segundo torneo sudamericano de clubes a nivel de importancia. La vuelta se disputará en Buenos Aires.
Fue un partido entretenido y directo. Los rojos tuvieron el mérito de sobreponerse a un Flamengo (sin el suspendido Paolo Guerrero) que partió jugando mejor y que consiguió la ventaja inicial. En los 8', Réver conectó con un cabezazo un tiro libre ejecutado por el peruano Miguel Trauco y batió al arquero uruguayo Martín Campaña.
Pese a que la escuadra del colombiano Reinaldo Rueda parecía tener una estructura más sólida, el empuje de los transandinos pudo más. Independiente arriesgó después de la apertura de la cuenta, aunque quedó expuesto a algún contraataque. En los 28', encontró premio a esa disposición más agresiva. Emanuel Gigliotti venció al golero César con un ajustado disparo cruzado bajo, después de una buena jugada colectiva y la asistencia de Martín Benítez.
La escuadra de Ariel Holan comenzó el segundo tiempo imponiéndole presión a la última línea de los brasileños. Logró revertir el marcador en los 52', cuando Maximiliano Meza, la mejor figura del partido, acertó un derechazo después de la asistencia de Ezequiel Barco.
El partido mantuvo la intensidad y, sobre todo, el alto nivel futbolístico. Tan así que ni siquiera hubo espacio para jugadas polémicas que obligaran a recurrir al VAR, salvo en un tiro libre por una infracción de Fernando Amorebieta sobre el final del partido. Flamengo, lejos de resignarse, adelantó sus líneas y fue en demanda del arco de Campaña. Independiente, obligado, se replegó, aunque también generó peligro mediante la salida rápida.
El esfuerzo de los brasileños, que forzaron un final angustioso, no bastó. Independiente, merecidamente, se llevó la victoria.