Indisciplinas y peleas: los momentos más ingratos del histórico plantel

Así como hubo buenas, también hubo malas noticias en torno a la Generación Dorada. Futbolísticas y, varias veces, fuera del campo de juego. Momentos de oscuridad que estuvieron ligados a la indisciplina y que pusieron en riesgo la estabilidad y la proyección de un plantel que siempre insinuó las condiciones para cambiar la historia.

Los más bullados, el Bautizazo y el choque de Arturo Vidal en plena Copa América de 2015. Se le podría sumar el Peluquerazo de la Copa América 2021. También se puede contar el extenso conflicto interno entre el volante del Inter de Milán y Claudio Bravo, que se vino a solucionar cuatro años después de su inicio.

De hecho, el proceso de alegrías que inició con Bielsa se dio justo después de uno de los actos más graves de una selección: el bullado Puerto Ordazo.

En su momento, que Claudio Borghi apartara del equipo a Jean Beausejour, Jorge Valdivia, Gonzalo Jara, Carlos Carmona y Arturo Vidal dividió a la opinión pública. Los involucrados participaron del bautizo del hijo del Mago y de la posterior fiesta. Contrario a lo pactado con el cuerpo técnico, los futbolistas arribaron con 45 minutos de retraso a Juan Pinto Durán. En ese momento, se inició una sucesión de hechos que culminaron con la Roja cayendo goleada en Montevideo frente Uruguay.

La polémica se inició el 9 de noviembre de 2011. El Bichi afirmó a los medios de comunicación que los jugadores mencionados llegaron en un “estado no adecuado” a la concentración, lo que lo motivó a separarlos del plantel. “Fueron desafectados a eso de las 12 y media de la noche”, dijo el entrenador.

“No sé en qué estado etílico estaban, pero claramente no se veían en buenas condiciones. No se podían ni defender”, graficó el estratega. Dos días después del acto de indisciplina, la Selección cayó por 4-0 en el Estadio Centenario. Eso sí, a la semana le ganó a Paraguay. Incluso, la Roja llegó a estar puntera de las Eliminatorias con el Bichi. Sin embargo, el Bautizazo rompió la relación casi paternal que tenía con buena parte del plantel. A tres de los protagonistas los había dirigido en Colo Colo.

Una historia aparte vivió Arturo Vidal, quien no quiso participar de la conferencia de prensa ofrecida por sus compañeros y se disculpó a través de un video, reconociendo el acto de indisciplina. El volante, quien en ese momento defendía a la Juventus, fue el primero que recibió el perdón del entrenador.

“No fue culpa mía”. El mensaje que mandó Arturo Vidal a los chilenos tras impactar su Ferrari en pleno desarollo de la Copa América, contenía esa frase. El Rey había chocado en estado de ebriedad, después de visitar el casino Monticello en medio de una jornada libre de la Roja. El nacido en San Joaquín estrelló su Ferrari 25 kilómetros al sur de Santiago, en el paso superior Los Guindos.

Días después, y tras intensos diálogos que concluyeron en el pacto para no sacarlo de la Roja, el mediocampista cambiaba el discurso. “Les falle a todos”, admitía, mientras lloraba ante todo el país. Incluso la Presidenta Michelle Bachelet se refería a la controversia que interesaba a todo el país. “Me alegro de que no le haya pasado nada grave”, expresaba la mandataria. “Esas definiciones no me corresponden”, aclaraba cuando era consultada respecto de una eventual intervención para evitar que el mediocampista fuera desafectado de la convocatoria.

La decisión respecto de la permanencia de Vidal en el plantel le correspondía al cuerpo técnico liderado por Jorge Sampaoli. El casildense privilegió su aporte futbolístico “Si no era un jugador importante, seguramente lo hubiera sacado del plantel”, reconoció tiempo después. Vidal estaba en uno de los mejores momentos de su exitosa carrera y excluirlo en ese momento hubiera sido una pérdida significativa. El título en el certamen, al menos, avaló la determinación.

“Otros se iban de fiesta e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban”. Carla Pardo, esposa de Claudio Bravo, disparó con todo luego de que Chile no clasificara al Mundial de Rusia, dando inicio a un quiebre que duró años. Se trataba de la crisis más profunda entre los referentes de un plantel que, hasta entonces, lucían férreamente unidos.

Días antes de que la Roja cayera goleada ante Paraguay en el Estadio Monumental, justo después del subcampeonato de la Copa Confederaciones, Arturo Vidal se había visto involucrado en una nueva polémica. El volante era apuntado por haber participado de una fiesta que terminó con la intervención de Carabineros. “Estuve en el casino, fui con amigos a cenar. Me quedé un rato ahí y después fui para mi casa”, se defendió.

Haya influido o no este hecho, el Equipo de Todos no pudo ir a Rusia 2018 y Vidal cortó su relación con Bravo. El portero decidió no participar de la fecha FIFA de marzo, en el debut de Reinaldo Rueda. La paz debía esperar. Pasaron cuatro años para que se produjera el reencuentro. Gary Medel asumió la capitanía de un grupo fracturado.

Bravo volvió a la Selección recién en el segundo semestre de 2019. Más tarde, con Martín Lasarte como DT, recuperó la jineta. Con todas estas señales, al margen de acercamientos internos que ya se arrastraban hacía un tiempo, el momento de la reconciliación pública llegó en Brasil, en plena Copa América. Allí, el volante y el portero se dieron un abrazo que fue emitido por las redes sociales. El momento no tardó en transformarse en lo más comentado de la semana. Chile recuperaba la paz.

El último momento bullado fuera de la cancha fue hace no mucho. Los astros de la Roja fueron acusados de participar en una fiesta en el interior de la concentración y, por ende, de romper la burbuja sanitaria que regía en Brasil. No hubo confirmación respecto de ese acto de indisciplina. Eso sí, la ANFP admitió que un barbero ingresó sin autorización al lugar de concentración.

Claudio Bravo, Mauricio Isla y Martín Lasarte dieron la cara en la rueda de prensa. Antes, la ANFP había admitido que se había roto la burbuja sanitaria por la presencia de un peluquero brasileño, que había sido testeado y había arrojado negativo. Fue lo único que también reconocieron los tres comparecientes.