El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, valoró positivamente la resolución de la Conmebol de disputar la revancha de la final de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu, en Madrid. Después de los incidentes ocurridos la semana pasada, Boca Juniors y River Plate dirimirán al nuevo campeón continental en Europa, si así lo decide el Tribunal de Disciplina de la Confederación, lo que es bien visto por el mandamás del balompié planetario.

"Estamos hablando de un partido de fútbol, no de una guerra. Lo que ocurrió es muy triste y no hay excusas para justificarlo. Todos tenemos que sacar lecciones de todo esto. Esta situación tiene que marcar un antes y un después", dijo el directivo suizo. "No jugar un partido siempre es una pérdida. La Conmebol decidió que se debe jugar en España. Y como es otro continente, la FIFA lo ha aprobado y va a tomar parte", añadió, en una conferencia de prensa en Buenos Aires, en el marco de la cumbre del G20.

"Se tiene que jugar sí o sí. La pelota no se puede detener", afirmó también, sobre la negativa de River de disputar el encuentro en el estadio del Real Madrid. "Las instituciones del fútbol no pueden solas. Necesitan la ayuda del estado. En este caso, hay que encontrar a los responsables", sentenció.

Finalmente, aseguró que la meta es "lograr que esta sea realmente una fiesta del fútbol", y aseguró que la sede elegida es la ideal. "Se va a jugar en Madrid, que es un poquito Sudamérica", concluyó, antes de desmentir cualquier intervención de su parte en la suspensión del encuentro, primero, y en la designación de la sede, después. "Si puedo dar mi opinión, muy bien, pero la Conmebol tiene todos los elementos y lo hace muy bien", cerró.