Inglaterra despertó a tiempo. Tuvo un difícil comienzo, porque a los 7’ ya perdía 1-0, pero reaccionó de gran forma y terminó llevándose una victoria épica, a las que parece haberse acostumbrado en esta Eurocopa. En los descuentos, un gol de Ollie Watkins permitió la remontada. Fue un trabajado 2-1 ante Países Bajos, resultado que le permitió meterse en su segunda final consecutiva del certamen. España será su rival en la gran definición del domingo, en el estadio Olímpico de Berlín, a las 15:00 horas de Chile.
El partido no dio espacio a pausas. Con la definición del título en la capital de Alemania como gran objetivo, ambas selecciones animaron un entretenido partido en Dortmund, con vértigo, velocidad y despliegue físico.
Y aunque los británicos tomaron la iniciativa, fue el equipo naranja el que dio el primer golpe, muy temprano en el encuentro. Xavi Simons le robó una pelota en la salida a Declan Rice, ajustó la mirada y puso el remate cruzado en un ángulo para el 1-0, cuando recién se jugaba el minuto 7.
Lejos de decaer, el equipo más caro de toda la Euro volvió a la carga para cambiar su suerte. Entonces, la nutrida línea de volantes de los Tres Leones atosigó al rival.
No obstante, el empate solo llegó en una jugada aislada. Un fuerte golpe de Denzel Dumfries ante el remate de Harry Kane terminó con el capitán inglés en el piso, dentro del área. Falta que el árbitro germano Felix Zwayer no vio, por lo que tuvo que ser advertido por el VAR.
Tras revisar las imágenes, el juez no dudó: se dio cuenta del golpe del lateral del Inter de Milán y cobró penal. El mismo que el propio Kane convirtió en el gol del empate. Estaban 1-1, a los 18′. Era un partidazo, hasta ahí.
La conquista no hizo más que encender a los ingleses, que fraguaron sus mejores pasajes en una Eurocopa en la que han sido más bien mezquinos, pese a tener el mejor plantel de la competición.
Así, Phil Foden se convirtió en un problema sin solución para la zaga neerlandesa. A los 22′, el puntero del Manchester City recibió un pase entre tres rivales y su remate fue repelido desde la misma línea por Dumfries.
El cuadro de Ronald Koeman intentó reaccionar en una pelota detenida, pero el cabezazo del mismo Dumfries dio de lleno en el horizontal, cerca de la media hora de juego.
El torbellino inglés no cejaba. A los 32 minutos, Foden intentó desde lejos, un zurdazo muy colocado que dio en la parte de afuera del golero Bart Verbruggen.
A seis minutos del descanso, la estrella del City volvió a intentar desde lejos, ahora con un remate rasante que el meta neerlandés de 21 años no tuvo mayores problemas para atrapar.
Watkins, el héroe
En el tiempo complementario, el técnico Koeman movió las piezas y consiguió darle más estabilidad a su equipo, al que le costó ordenarse tras la lesión de Memphis Depay promediando el primer tiempo.
Entonces, Países Bajos detuvo el ímpetu de su rival y apaciguó el trámite del encuentro, el cual comenzó a jugarse a su ritmo. Sin una clara profundidad, pero con la misión de aprovechar cada pelota detenida.
De esa manera, a los 65 minutos, un tiro libre hacia el área inglesa terminó en el remate del capitán Virgil van Dijk, que encontró al arquero Jordan Pickford atento y bien ubicado. Lo estaba pasando mal Inglaterra.
No obstante, los de Gareth Southgate solo estaban dormidos. Como ya les ocurrió ante Eslovaquia y Suiza, el ímpetu final estaba por llegar. Bukayo Saka anotó a 11 minutos del término, pero la conquista fue anulada por una leve posición de adelanto de Kyle Walker. Fue un gran aviso de lo que se venía.
En el primer segundo del tiempo añadido, los subcampeones de Europa encontraron la fórmula para remontar el duelo, tal como lo hicieron en octavos y en cuartos. El recién ingresado Olli Watkins recibió de Cole Palmer dentro el área y, luego de una media vuelta rápida y con poco ángulo, sacó un remate cruzado muy preciso que selló el 2-1, cuando todo indicaba que el duelo se iba al alargue. Otra vez la épica.
Suficiente para derribar el ánimo de su adversario. Con el duelo sentenciado, los jugadores británicos celebraron con todo su paso a la final de la Euro, la segunda consecutiva tras perder ante Italia en los penales, en la edición anterior. Ahora quieren una revancha ante la poderosa España, que venció 2-1 a Francia este martes. Todo se decidirá el domingo, a las 15 horas de Chile, en Berlín.