Inglaterra necesitaba un triunfo como este. Por que no basta con ser la mejor liga del planeta, la deuda de los británicos a nivel de selecciones bien puede comenzar a pagarse tras la eliminación de Alemania de la Eurocopa, con un inapelable triunfo de 2-0.
Ambos rivales históricos, dentro y fuera de la cancha, respondieron a la exigencia del partido. Con dibujos idénticos, los dos con tres jugadores en la última línea y muchos hombres en el medio, donde se disputó gran parte del partido.
Aunque no por eso estuvo exento de emociones. Por el lado británico, cada vez que Raheem Sterling tomó la pelota, la estantería alemana pasó apreturas. Un lanzamiento del jugador del City obligó a una respuesta notable de Manuel Neuer, cuando el reloj apenas se empinaba del cuarto de hora de juego.
Al otro lado, los dirigidos de Joachim Löw (quien se despedía de la selección tras 15 años) apostaban a la velocidad de Timo Werner, quien se vio muy solo en punta, muy dependiente de las habilitaciones de Kai Havertz. Sin embargo, pasada la media hora, la fórmula resultó, aunque no terminó en gol gracias a la reacción de Jordan Pickford, el correcto meta de Everton.
En el final del primer tiempo, Harry Kane tuvo la más clara. Otra vez tras una jugada de Sterling, rodeado de cinco alemanes, uno de los cuales pinchó el balón que le cayó al artillero del Tottenham. Pero cuando enganchó hacia adentro, Mats Hummels le sacó la pelota de manera providencial.
Triunfo justo
A medida que avanzaba el partido, más se hacía lógica la opción de que un detalle, o simplemente un error, pondría a uno de los dos en los cuartos de final. Havertz tuvo la más clara en el inicio del complementario. A los 48′, pero su volea fue repelida de manera notable por Pickford.
Y la diferencia de los ingleses no podía ser de otra manera, con el más peligroso de la cancha. A los 76 minutos, fue el mismo Sterling quien la inició para rematar el gol en la boca del arco y abrir la cuenta ante un estadio de Wembley con más de 40 mil espectadores.
Pero como dice Carlos Bilardo, a los alemanes no hay que darlos por muertos hasta que estén bañados y arriba del bus. Una sentencia que se convirtió en corolario cuando Thomas Müller corría a toda prisa hacia el arco local, a los 81′. Sin embargo, el tiro del jugador de Bayern Münich se fue por poco rozando el vertical izquierdo de Pickford.
Sin embargo, Harry Kane despejó todas las dudas. A cuatro minutos del final, el delantero de Tottenham se estrenó como goleador en esta Eurocopa tras definir de manera notable un centro de Jack Grealish, el puntero de Aston Villa que pretende llevarse el City de Guardiola en más de 130 millones de dólares.
El tanto del Ciudadno liquidó las pretensiones de la Mannschaft. Y aunque Löw quemó todas las naves en el final, la templanza y regularidad el equipo de los Tres Leones dejó en el camino a otro de los eternos favoritos.
De paso, el equipo británico se tomó una dulce revancha de su gran Bestia Negra en esto del fútbol. Ahora espera por el ganador de la llave entre Suecia y Ucrania, el último boleto de los cuartos de final.