Inicio en marzo y fecha cuádruple en septiembre: las sorpresas que traerán las Eliminatorias para el Mundial de 2026
La Conmebol ya tira líneas para definir el calendario con miras al torneo que organizarán conjuntamente Estados Unidos, México y Canadá. Sudamérica contará con 6,5 plazas en un evento que contará con la participación de 48 selecciones. El formato también está decidido.
Aún a la espera de lo que suceda en el caso Byron Castillo, en el que Chile se juega en el TAS la última opción de acceder al Mundial de Qatar, el plan para acceder al que se disputará en cuatro años más en Estados Unidos, México y Canadá ya está en marcha. De hecho, la Roja contrató a Eduardo Berizzo para que encabece el proceso que, por un lado, persigue producir la transición que termine con el reemplazo de la Generación Dorada, más allá de la discusión que generan ausencias como la de Claudio Bravo. Por otro, el nuevo técnico de la Selección debe encontrar el estilo y, sobre todo, la efectividad para afrontar el inicio de las Eliminatorias.
Sudamérica presenta un escenario favorable. En el Mundial subsiguiente, en el que participarán 48 equipos, el subcontinente contará con 6,5 cupos. “La Conmebol tendrá seis cupos directos y una plaza en la final de la repesca (torneo en que seis selecciones pujarán por dos cupos). En los hechos, son 6,5 plazas para Sudamérica”, destacó la entidad que aglutina a las federaciones sudamericanas en 2017, cuando se resolvió la materia. En la práctica, dos cupos más y una posibilidad concreta: el bloque puede llegar a tener al 70 por ciento de sus integrantes en la cita planetaria. Las opciones de Chile de participar, por cierto, se incrementarían notoriamente.
Sigue el Todos contra todos
En el Consejo de la Conmebol desarrollado esta semana en Asunción, la entidad defendió con uñas y dientes uno de los elementos que mayores satisfacciones le ha dado: el formato que pone a los combinados nacionales sudamericanos enfrentándose entre sí. El famosos Todos contra todos. Al margen del principio de justicia deportiva que lo inspira, hay otra razón fundamental: garantiza a las federaciones, incluida la chilena, la seguridad de contar con una alta cantidad de recursos económicos producto de vías como la venta de entradas y de los derechos de televisión. Eso, sin considerar los ingresos provenientes de la publicidad y que ya hay contratos firmados hace años por una cierta cantidad de partidos.
Todas las federaciones rubricaron la petición que, con la firma de su presidente, el paraguayo Alejandro Domínguez, hicieron llegar a la testera del fútbol mundial, que encabeza el suizo, Gianni Infantino, quien estuvo presente en la cita de Asunción. No es casual: la FIFA exploró la posibilidad de modificar el sistema, precisamente en atención a los intereses de los clubes y los torneos europeos, que pierden o sufren con el desgaste de sus figuras.
En ese contexto, en el supuesto de que la decisión no sufrirá alteraciones, a nivel de la entidad sudamericana ya existen algunas certezas: que la disputa comience en marzo de 2023, aunque con una variación significativa respecto de la planificación que ha regido al sistema. Ahora, se pretende establecer una fecha cuádruple para septiembre. En la práctica, esa definición puede generar fuertes disputas con los clubes europeos, pues sus principales estrellas, que en su mayoría son los referentes de los combinados del continente, tendrían que estar a disposición de las selecciones durante 15 días.
Será una larga fecha FIFA que busca mitigar las consecuencias que sufren los clubes europeos cuando se desprenden de sus jugadores sudamericanos, a los que deben facilitar, prácticamente, todos los meses. Por otra parte, también es una buena oportunidad para que técnicos que recién inician un proceso, como Eduardo Berizzo en la Roja, plasmen su idea de juego y metodología al tener a sus seleccionados por un tiempo más prolongado del que ha sido normal, hasta ahora.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.