Un hecho que dejó a todos atónitos fue el que se vivió este sábado en medio del duelo entre Leeds y Newcastle, luego que un hincha del cuadro local eludió la seguridad del Estadio Elland Road para increpar y empujar a Eddie Howe, técnico del elenco forastero.
El cotejo entre The Whites y Las Urracas, correspondiente a la fecha 36 de la Premier League de Inglaterra, transcurría de manera normal. De hecho, apenas comenzado el partido, los anfitriones se pusieron en ventaja gracias a la anotación de Luke Ayling en el minuto 7, diferencia que se pudo ampliar en el 28′ pero Patrick Bambord falló un penal.
Solo tres minutos más tarde (31′), Callum Wilson sí pudo desde los doce pasos y puso la igualdad, marcador con el que los elencos se fueron al descanso tras una disputada primera parte.
En el complemento, un nuevo penal fue sancionado por el árbitro Simon Hooper, siendo otra vez Callum Wilson el encargado de cambiarlo por gol en el minuto 69. Sin embargo, la ventaja de los visitantes no duraría mucho porque en el 79′ el danés Rasmus Kristensen puso el definitivo empate 2-2.
Ya cuando se jugaban los descuentos del compromiso, vino el singular episodio que se robó la atención de los espectadores: un aficionado del Leeds eludió la seguridad del recinto deportivo e ingresó hasta el área técnica del Newcastle para increpar y empujar en el pecho a Eddie Howe, adiestrador de Las Urracas, que en ese momento observaba atento el partido de su equipo.
Afortunadamente, dos encargados de seguridad intervinieron rápidamente para llevarse al sujeto, quien será suspendido de por vida por el Leeds, club que de todas formas será sometido a una investigación por parte de la Asociación de Fútbol de Inglaterra (F.A. en sus siglas en inglés).
Tras el encuentro, y consultado sobre la situación que debió vivir, Howe expresó que “estoy bien, pero momentos como ese te hacen pensar en la seguridad del personal y de los jugadores (...). Para mí es primordial. Tenemos que ser conscientes de ello. La seguridad es muy importante”.
“Nadie debería tener que enfrentarse a eso (...), nadie debe sentir que se viola su seguridad personal. Es algo para que reflexionemos”, agregó el estratega de 45 años de edad.
Finalmente, el adiestrador indicó que “fue algo tan extraño porque no esperas que suceda. Me enfrentó y dijo algo que no puedo repetir. De hecho, no puedo recordar que me empujara y no sé si tuve tiempo de tener miedo porque todo terminó en un instante y se lo llevaron. Pero ciertamente te hace pensar ‘qué pasaría sí'”, concluyó.