No solo por lo futbolístico será recordado el amistoso entre la Universidad de Chile y Talleres, también por lo accidentado. Primero se iba a jugar en el Estadio Santa Laura, pero se terminó disputando en el CDA a puertas cerradas, con algunas situaciones que pocas veces se ven en los encuentros televisados.
En el primer tiempo se produjeron las expulsiones de Luis Felipe Gallegos en la U y de Diego Valoyes en Talleres. Tras el entretiempo vino lo insólito: los cuerpos técnicos de ambos elencos querían volver a ingresar al terreno de juego con 11 futbolistas.
José Cabero, árbitro del compromiso, no permitió esta situación, lo que terminó en un áspero diálogo entre ambos cuerpos técnicos y el resto de los jueces. Incluso, Manuel Mayo, director deportivo de Azul Azul, se tuvo que hacer presente en el terreno para internar solucionar la situación. Finalmente, el partido se reanudó, con 10 jugadores por elenco.
Como si fuera poco, las cámaras de la transmisión oficial del encuentro captaron una situación bastante curiosa: el círculo central del campo de juego estaba chueco.