Intensidad, precisión, “cortados” y póquer: la planificación de Diego López para rearmar a la U versión 2022
El nuevo entrenador de Universidad de Chile hace trabajar a sus pupilos en jornada doble. Por la mañana los trabajos físicos están a cargo del preparador físico Alejandro Valenzuela y por la tarde, se utiliza el balón para ejercicios tácticos. ¿Recreación? Juego de cartas y tenis de mesa antes y después de las comidas.
La primera vez que vino Diego López a nuestro país quedó encantado con las instalaciones del Centro Deportivo Azul. Y si bien su planificación inicial debió variar abruptamente por el cambio de preparador físico (de Francesco Bertini a Alejandro Valenzuela), el lunes de la semana pasada inició los trabajos tal como lo acordó con la dirigencia de Azul Azul.
Para ello, el estratega se reunió con Sebastián Miranda para saber en qué estado estaba el plantel y, de paso, recibir las mediciones realizadas en las últimas prácticas encabezadas por el adiestrador interino. Con esos datos en la mano y la anuencia de la concesionaria, López decidió concentrar al plantel y realizar trabajos en doble jornada.
La idea del uruguayo es potenciar lo que ya se había realizado para poder crear el estilo de juego que le agrada: intenso, recuperando el balón en el campo contrario y con alta precisión en los pases. Fue así como el estratega determinó que durante todas las mañanas de la semana pasada, los ejercicios estuvieran a cargo de Valenzuela y allí no sólo se busca la ansiada resistencia física, también se quiere lograr explosión y velocidad en cada uno de los integrantes del plantel.
Los días se trabajan en doble jornada. Luego del trabajo físico de la mañana, hay un rato libre para almorzar y dormir siesta en las instalaciones del CDA que se arreglaron especialmente para estos días. Tras el descanso, vienen las prácticas a cargo del nuevo jefe. Por ahora, no ha realizado fútbol como tal, pero si muchas rutinas con balón.
Lo que desea López es que sus dirigidos sean capaces de que cada pase y toque a la pelota sea preciso, intenso y veloz. Para ello, por ejemplo, ha hecho circuitos donde los futbolistas deben sortear obstáculos, tocársela entre ellos y apuntar a pequeños arcos ubicados en la cancha principal del CDA. También implementó ejercicios tácticos y jugadas de laboratorio, todas con el sello de la velocidad y la exactitud en los toques.
Y es en estas labores, donde el DT ya encontró a su estudiante más aplicado. Se trata del volante Mauricio Morales, canterano de 22 años, que se ha adaptado muy bien a la forma del uruguayo y que busca su oportunidad en el equipo titular. Al mismo tiempo, sin embargo, López toma decisiones. Simón Pitu Contreras busca club para ser enviado a préstamo pues no será considerado por el nuevo estratega. A Camilo Moya, por su parte, le rescindieron contrato y jugará los próximos seis meses en O’Higgins, mientras que Nahuel Luján ya fue oficializado como refuerzo del Agropecuario, elenco que juega en la B de Argentina. A Carrasco, el defensor central, le siguen buscando salida.
Sin embargo, no todo ha sido rigor en el sector sur de Santiago. Cuentan en la intimidad laica que el tenis de mesa y el póquer es es el escape ideal para los tiempos de ocio y que gracias a ello, ha existido una mejor comunión entre los deportistas y el nuevo cuerpo técnico. Los mismos que tendrán su primer desafío el próximo domingo 19 de junio, ante General Velásquez, por Copa Chile.
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