El arranque de la final de la Champions League estuvo lejos de la pulcritud que ha caracterizado al certamen europeo en el último tiempo. Cuando la acción recién iniciaba en Wembley, en el duelo donde se miden el Borussia Dortmund y el Real Madrid, un grupo de fanáticos ingresó al terreno de juego.

Lo hicieron por distintos lugares de la cancha, lo que complicó la labor de los guardias de seguridad. Esto significó la detención del juego por algunos minutos. El primero de los invasores fue directo donde Jude Bellingham, en busca de sacarse una fotografía con el británico. El segundo, en tanto, corrió por el campo, hasta que fue abordado.

Luego de algunos minutos, el juez Slavko Vincic reanudó las acciones en el mítico estadio de Londres.

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