Inversión a la salud

Siempre he hecho actividad física: practiqué natación, danza y muchas otras cosas. Pero hace poco menos de 10 años comencé a correr. Mi primer maratón lo hice a los 60. En esa época entrenaba con los Full Runners y mi entrenador, Diego Saavedra, me propuso este desafío. Fue en el Maratón Costa Pacífico. De ahí no paré más y Santiago será mi quinta.

Me tomé mi tiempo para subir al 42k. Primero corrí muchos 10k y 21k, hasta que consideré que sí podía. Lo insólito es que pese a la edad, siempre puedes seguir mejorando. Eso es lo que más me apasiona de este deporte. Obviamente, estas mejorías son leves, pero con harto esfuerzo y trabajo van apareciendo. No crean que es fácil correr en unos segundos menos, pero hacerlo es muy importante. De hecho, hay mujeres de mi edad que hacen unos tiempos fantásticos.

Ahora entreno con EO Runners, que es el club de Érika Olivera. Aquí me he dado cuenta que todo va en las ganas y la disciplina que uno tenga. No hay mucha ciencia: si quieres hacerlo y puedes seguir una guía, de forma seria, lo conseguirás.

Para mí, correr también tiene mucho de conocimiento personal, porque es en este momento del día donde aprendes sobre tus debilidades y fortalezas.

Y lo mejor es que mis cuatro hijos, mis cuatro nietos y mi pareja me apoyan. Todo va en que si tú le das importancia a lo que haces, ellos también lo van a ver de esa forma. Esto es una inversión a mi salud. Busco vivir bien y esto es lo que quiero hacer por mucho tiempo más.