La ilusión de Inter de Milán quedó por el suelo tras la derrota en Bologna. El campeón italiano pretendía una victoria en el duelo postergado, pero el error del meta rumano Andrei Radu terminó por condenar a los lombardos.
“Hay decepción como es normal que sea después de un partido perdido de esta manera. El ánimo no era el mejor, Radu se equivocó como yo, como un delantero o un centrocampista”, aseguró el técnico Simone Inzaghi.
Asimismo, agregó que “cuando un portero se equivoca se nota más. Ahora hay que reaccionar ante una derrota ardiente, encarando un partido a la vez sabiendo que ya no somos dueños de nuestro destino”.
Consultado sobre el trámite del duelo, Inzaghino explicó que “el gol de Arnautovic nos penalizó, estábamos en un excelente momento y simplemente cometimos un error para no marcar el segundo gol, porque la inercia estaba de nuestro lado y un gol así era evitable. Tuvimos una falta de atención. Luego nos pusimos un poco nerviosos. La derrota quema, pero vamos adelante sabiendo que estamos dos puntos por detrás”.
Sobre el mismo tema, analizó que “no podemos permitirnos ciertas negligencias en partidos tan importantes. Tenemos que reaccionar. Sabemos que es una derrota dura, pero llevamos muchos años en el fútbol. Tuvimos muchas oportunidades de marcar el segundo, pero no pudimos. Luego el tanto de ellos nos penalizó muchísimo”.
Inzaghi reconoció, también, que “es difícil ser optimista, pero sé que tengo un equipo de grandes hombres que harán todo lo posible para terminar bien este campeonato. Ahora ya no somos dueños de nuestro destino. Debemos levantar la cabeza de inmediato porque está el partido contra el Udinese, porque nos enfrentamos a un equipo tan en forma como el Bologna”.
Sin embargo, afirmó que “quedan cuatro partidos, además de la final de la Copa Italia. Hemos visto que ha sido un campeonato de sorpresas y partidos jugados hasta el final. Todavía quedan 12 puntos por ganar y todo puede pasar”.