La región de Tarapacá está de fiesta. Luego de un siempre difícil periplo por la segunda categoría, Deportes Iquique vuelve a ser de Primera División. En la final de vuelta de la liguilla del Ascenso, los Dragones Celestes superaron a Santiago Wanderers en los penales para certificar su regreso.
Era una definición totalmente abierta, sin un favorito de antemano. La ida, jugada en el estadio Elías Figueroa, terminó 1-1, dejando todo para la revancha en el norte. El hincha de los nortinos acompañó a su escuadra en masa (11.184 espectadores controlados). Eso sí, a raíz de los incidentes que sucedieron en el duelo entre ambos, que cerró la fase regular del torneo (que ganó Iquique agónicamente por 3-2, que le permitió terminar segundo), el partido contó exclusivamente con fanáticos locales.
Durante todo el año, la B resaltó. De hecho, no son pocas las voces que consideran que la temporada 2023 del Campeonato Ascenso fue mejor que la Primera División. Y la definición de la liguilla no desentonó. Tuvo de todo, incluyendo polémicas y un excesivo protagonismo del árbitro José Cabero, quien no supo administrar correctamente el desarrollo del lance. En simple, no estuvo a la altura.
Desde temprano que el duelo entregó chispa. En los 11′, hay un primer gol anulado a los nortinos, de Steffan Pino, por fuera de juego. El golpe se sintió más doloroso en la tienda local porque tres minutos más tarde llegó el 1-0 de Wanderers, obra de Jorge Gatica, con un remate tras intervención del meta Castillo.
Una de las principales polémicas de la jornada sucedió en los 17′, con el gol anulado a Edson Puch. El excampeón con la UC aguanta marcas y definió de revés a un palo para el 1-1 parcial. Sin embargo, la acción es revisada en el VAR y se determina anularlo, por un supuesto brazo del exseleccionado nacional. De a poco, el ambiente se fue encendiendo.
Quien sufrió el partido fue Claudio Meneses, central wanderino. El ex O’Higgins cometió dos penales, que le permitieron a los iquiqueños remontar en el juego. En los 37′, Cabero sanciona pena máxima por falta sobre Pino. Con jerarquía, Álvaro Ramos rompió el arco para el 1-1. En el tiempo añadido, otra vez Meneses. Ahora fue una falta clara sobre Puch. Ejecutó Ramón Fernández para clavar el 2-1. Esta acción generó el reclamo de los verdes porque en el inicio de la secuencia, habría una falta.
Fue un partido de ánimos excitados, con la intensidad a mil. Tanto así que el fin del primer lapso casi acaba en trifulca. El juez central atinó a repartir tarjetas. Tres expulsados dejó el conato, todos de las respectivas bancas.
Si bien el ritmo fue volátil, lo cierto es que el partido siguió entregando emociones. En los 50′, Steffan Pino convirtió el 3-1 con un remate bajo. Era algarabía pura el Tierra de Campeones, porque la victoria asomaba sentenciada. Pero el panorama no estaba tan definido. A esta historia le quedaban más sucesos.
Los cambios le surtieron efecto a Francisco Palladino. Carlos Muñoz, uno de los ingresados, descontó en los 68′, en un tanto revisado por el videoarbitraje para chequear la posición del delantero. El marcador estaba 3-2 con más de 20′ por delante. A Wanderers le faltaba un gol para llevar la serie a penales. Además, en los 75′, Iquique se quedó con 10 por la expulsión de Ramón Fernández.
Iquique tenía todo controlado, pero se le fue escurriendo de las manos. En los 81′, llegó el 3-3 de Juan Ignacio Duma, anticipando en área chica al golero Castillo. Y ya cerca del epílogo, Mathías Pinto, quien había ingresado, recibió la roja por una fea infracción. Los Dragones Celestes acabaron con 9, ante un Wanderers que estaba en la lona y reaccionó. El ascendido se definía desde los 12 pasos. El último esfuerzo.
No fue la tanda más efectiva, sin embargo los iquiqueños ganaron 3-2 (los verdes fallaron cuatro tiros) y lograron el boleto hacia la máxima categoría de 2024. Después de tres temporadas, el club celeste retoma su lugar en Primera. Punto aparte para la invasión de hinchas a la cancha del Tierra de Campeones, que manchó la celebración del equipo de Miguel Ponce.