Irlanda bate a Chile en dramático final

Los enfrentamientos iniciales en las competencias de rugby seven, y particularmente en la Copa del Mundo, suelen establecerse sobre la base de un criterio muy simple: los mejores se miden con los rivales de peor ranking.

Por eso, en el estadio de béisbol los Gigantes de San Francisco, Irlanda y Chile tuvieron que cerrar la fase destinada a determinar quienes pasarían a la lucha por la corona (o cuartos de final, si se quiere). Los del Trébol y los Cóndores eran los antagonistas de ranking más parejo: 16º contra 17º, escalafones que anticipaban duelos mucho más cerrados que aquellos disputados más temprano, donde las diferencias fueron notorias o, en algunos casos, aplastantes (ver resultados).

Y, como estaba previsto, europeos y sudamericanos protagonizaron un partido cerradísimo, que concluyó en un doloroso 17-12 a favor de los verdes.

La historia, sin embargo, comenzó muy bien para los dirigidos de Edmundo Olfos, quienes quebraron de entrada los primeros tackles del rival, luego de recuperar la ovalada en la salida realizada por Marcelo Torrealba. La acción, de primera fase, terminó en el ingreso frontal del viñamarino Pedro Verschae, quien se sacó un tackle y corrió hasta apoyar bajo los palos. De esta manera Chile se puso arriba 7-0 tras la conversión de Torrealba.

El asunto, sin embargo, comenzó a complicarse rápidamente para los nacionales, quienes vieron como los antagonistas comenzaron a manejar la ovalada, con un buen juego de manos y defensa recia en el piso.

Por eso se explica que a los tres minutos Hugo Keenan anotar el primer try de los irlandeses, quienes aprovecharon el ancho de la cancha para encontrar el espacio adecuado. Keenan, por cierto, se llevó colgados a Benjamín de Vidts e Ignacio Silva.

El resto del primer tiempo (los períodos son de siete minutos) se mantuvo estrecho, hasta los 6', cuando Billy Dardis apoyó por segunda vez en el in-goal rojo, luego de sacarse sin mayores problemas a Pedro Verschae.

La situación parecía crítica para Chile, porque reanudaba el juego 12-7, pero comenzaron a mejorar en los pases a la mano y a defenderse muy bien en los rucks.

Por lo mismo fue que arribó la igualdad a los 11', gracias a Francisco Metuaze, quien se escapó pegado al touch y metió un hand-off que le franqueó el pase a la anotación.

El golpe irremontable se produciría a 45 segundos de la chicharra, cuando Martín Verschae se escapaba hacia el in-goal, pero un tackle final de Dardis le hizo pisar fuera del campo. Luego del line-out, Irlanda aprovechó muy bien el cansancio de los chilenos y anotó en la esquina opuesta, a través de James Leo O'Brien, cuando el reloj ya estaba en cero. Nada qué hacer.

En la jornada sabatina, en la ronda de partidos por el Bowl, los nacionales se medirán con Tonga.