En una campaña donde varias de las principales figuras de la liga han sufrido lesiones importantes, ahora le tocó el turno a Kyrie Irving de pasar por el quirófano. Las molestias en la rodilla izquierda se hicieron insoportables para el base estelar de los Celtics, quien pese a que intentó por todos los medios evitar una cirugía, finalmente este sábado decidió intervenirse para quitar un cable de tensión en la articulación. De este modo, Boston recién podría volver a disfrutar de su estrella en los playoffs, aunque no está claro todavía si aparecerá en la primera ronda.
La franquicia más ganadora de la NBA, que ha debido convivir con las lesiones a lo largo de la temporada, tendrá ahora que sobrevivir sin su máxima estrella. Irving es el tercer jugador de Boston en los últimos 10 días en someterse a una cirugía y se unió a Daniel Theis (menisco desgarrado) y Marcus Smart (tendón del pulgar desgarrado). Por lo pronto, han jugado los últimos cinco partidos sin Irving, Smart, Theis y Jaylen Brown (conmoción cerebral).
Los Celtics también están sin el All Star, Gordon Hayward, desde que se fracturó el tobillo en el primer partido de la temporada. Theis está fuera por el resto de la campaña, Smart se espera que regrese en los playoffs y Brown, para fortuna de Boston, está próximo a reaparecer.
Aunque el segundo puesto en el Este parece asegurado, salvo una debacle histórica en las últimas tres semanas de la temporada regular, en Boston saben que sólo con un Irving plenamente sano pueden llegar a las finales de la NBA. Sin su base estelar, las probabilidades de destronar a Cleveland parecen improbables, toda vez que el año pasado no pudieron superarlos sin la figura de ese entonces, Isaiah Thomas. Ni hablar de superar una serie de siete partidos a Toronto, el gran candidato de la conferencia para pelear el título.
Desde que a comienzos de mes debió salir del partido ante Indiana, con evidentes muestras de dolor, Irving comenzó a recabar distintas opiniones médicas para buscarle una solución al problema sin que fuese necesaria una operación. Sin embargo, los médicos detectaron que el injerto que le incrustaron en 2015 producto de una fractura de rótula durante la primera de las tres finales ante Golden State le provocaba una irritación en el tendón rotuliano que le impedía jugar con normalidad.
De todos modos, en Boston creen que Irving, quien acaba de cumplir 26 años, reaparecerá a tiempo para volver a ser considerados legítimos retadores. Por ahora, con muchos novatos en el roster, se dieron el gusto la semana pasada de vencer a dos de los mejores equipos del Oeste (Portland y Oklahoma), como para dejar en claro que siguen siendo protagonistas a pesar de las bajas. Eso sí, para superar el monte Lebron en los playoffs necesitan a todos sanos, incluido a Kyrie.