"Me acabo de despertar. Me quedé dormido viendo todo esto del concierto en Cúcuta. Es emotivo ver cómo se levanta mi pueblo". Jacobo Kouffati ("ya sé que es así el apellido, pero yo lo escribo siempre Kuffaty ", reivindica), 25 años, seleccionado venezolano, refuerzo de Iquique, no puede abstraerse del conflicto interno que sacude a su país. Tampoco quiere hacerlo: "Uno se preocupa, está la familia de uno allá", agrega.
Hoy, el futbolista que la temporada pasada militó en el Xinjiang Tianshan, equipo de la segunda división de China, habla de todo. Del drama que sacude a los llaneros y del duelo que lo enfrentará esta noche a Universidad Católica.
¿Por qué Iquique?
Quería volver a Sudamérica para hacer las cosas bien desde este lado. La liga chilena es más competitiva, acá uno tiene más resonancia. Que a los venezolanos les vaya bien en Chile es un plus.
¿Qué sabía de Iquique?
Que ha jugado copas internacionales. El conocimiento profundo no lo tenía porque no había venido, pero me puse a buscar y a averiguar para terminar de convencerme.
¿Habló con venezolanos que jugaron en Chile?
Sí, hablé con Soteldo, con Edwuin Pernía y con el argentino Raúl Becerra. Todos me dieron buenas referencias del club y de la liga chilena. No lo dudé nunca.
¿Fue una mala decisión ir a China?
No, para nada, lo disfruté mucho. No me arrepiento.
¿Fue complicada la adaptación?
Es un poco difícil por la distancia, el idioma, todo. Yo venía de Millonarios, en Colombia, y había 13 horas de diferencia. Mi familia seguía en Bogotá cuando yo estaba en China y era difícil comunicarnos. Cuando yo me despertaba, ellos se estaban acostando.
¿La comida le complicó?
Uno se adapta, fue muy sabroso. No crea que comí perros o gatos, o esas cosas. Eso, más que nada, es un mito.
¿Por qué no siguió ahí?
En China perdí ir a la Selección. Lo que hacía allá no tenía la repercusión que quería. Aún estoy joven, tengo 25 años. Ahora me salieron otras oportunidades en China, pero quiero volver a la Selección y sé que eso lo puedo lograr haciendo bien las cosas en Iquique. Quiero que mi nombre vuelva a sonar. Los venezolanos tenemos una generación muy buena y uno piensa en el Mundial.
Hay boom de futbolistas venezolanos en Chile.
Cuando estaba fuera de Chile, siempre estuve muy orgulloso; cada jugador que venía tenía buenos resultados. Y lo tuve bien presente antes de venir: a los que van a Chile les va bien.
¿Se les hace fácil Chile?
No sé si fácil, pero la generación que ha salido de Venezuela en estos últimos años ha sido muy buena. En Chile han confiado mucho en nosotros y tenemos que seguir respondiendo a eso.
Ahora viene la UC.
Estos partidos son lindos, es lindo jugar contra los equipos grandes, jugar contra el último campeón. Es un equipo que se viene armando. Se van dos o tres, pero siempre llegan refuerzos de primer nivel. Nosotros estamos en construcción, buscando una idea.
¿Saldrán a defenderse?
No, no saldremos a defendernos. Saldremos a jugar, a hacer lo que nos pide Vitamina Sánchez.
¿Qué les pide Vitamina?
Le gusta mucho el juego asociado, que salgamos jugando desde nuestro arco, que tengamos la pelota. No le gusta que juguemos largo. Tenemos jugadores de buen pie y de a poco, partido a partido, nos iremos entendiendo mejor.
¿Cómo enfrenta la situación de Venezuela?
Es duro. En lo personal siempre he estado pendiente. Mi mamá y mi papá, mis primos, mis hermanos, mis abuelos, todos están en Venezuela. Me cuentan que diariamente las cosas van empeorando, pero Venezuela ya está en un proceso de cambio y eso te contenta. Es un país que está pidiendo un cambio. A este Gobierno ya no le queda tiempo, el gobierno de Maduro ya no tiene nada que hacer. Se respira una nueva ilusión. Esperemos que puedan salir por las buenas, todos queremos una Venezuela que respire paz.
¿Por qué dice que las cosas están empeorando?
Cada vez es peor, la seguridad, todo. No se entiende, pero cada vez se agrava más la situación. El tema de la comida, de la alimentación de tantos niños. ¿Cuántos niños han muerto por no tener medicina? Ha sido una situación muy dura para el venezolano. Teniendo dinero para comprar, no lo puedes hacer porque la medicina no llega. Por eso mismo ha muerto mucha gente. Uno trata de ayudar, y lo hacemos, pero la necesidad es cada vez más grande.
¿Qué le parecen los conciertos simultáneos de Venezuela y Cúcuta?
El concierto que se hizo en Venezuela me parece una payasada. ¿Cómo vas a tener dinero para hacer un concierto para que el mundo piense que no hay necesidad y no eres capaz de usar ese dinero en hospitales o para ayudar? El concierto de Venezuela lo hicieron con tres pelagatos. No pueden tapar el sol con un dedo. El concierto de Cúcuta sí era para ayudar a Venezuela, tanto en medicina como en comida. Me parece una buena labor y siempre estaré agradecido con el mundo, con Colombia, con los presidentes que se suman para ayudar a mi país. La gente no es tonta, no es ciega. Ya todos se dan cuenta de la cantidad de venezolanos que han tenido que salir para buscar una oportunidad. Ahora estamos en todas partes, y nos estamos haciendo sentir.