Jaime García está de vuelta en la actividad. Luego de su bullada salida de Santiago Wanderers, el exfutbolista asume un nuevo desafío en Huachipato. Tras mantener la categoría, el club acerero vio partir al español Igor Oca y fichó al ex DT de Ñublense, la primera decisión deportiva de los nuevos controladores (encabezados por Hernán Rosenblum).

El estratega está motivado para su próximo desafío. “Contento, siempre es bueno volver a una división donde siento que anduve de buena forma, tuve años increíbles. Llego a un club hace poco campeón, un club bonito, que tiene un activo en sus jugadores cadetes. En este momento estoy súper contento de esta oportunidad en una división en la que me siento muy cómodo”, declaró en diálogo con TNT Sports desde Nueva York, donde pasa sus vacaciones, antes de iniciar su trabajo en Talcahuano (el 9 de diciembre).

Consultado sobre su etapa en el Decano del fútbol chileno, García no lo olvida, pese a su polémica salida de los caturros. “Son experiencias que en la vida uno va adquiriendo. Cuando salgo, siempre trato de salir en silencio absoluto. Es mi forma de trabajar, se lo que valgo como entrenador y como persona. Si tú me preguntas si volvería a Wanderers, lo haría mil veces. Soy un agradecido de la vida, me empecé a mostrar, darle confianza a los jugadores. Me quedo con lo positivo, porque es lo que a mí me va a salvar de momentos complicados”, declaró.

“Soy agradecido de donde yo salgo. No es suerte el trabajo. Ahora me encontré con Huachipato, voy mucho más preparado, más maduro. Sigo siendo el mismo, yo también me he equivocado y eso me ha hecho madurar. Me he mandado cagadas y hay que reconocerlo”, añadió el flamante técnico acerero.

Sobre trabajar con la nueva administración del club, con la que coincidió en Ñublense. García declara: “Hay un nexo que trasciende en todo, que yo no lo voy a dejar. Trabajé con Hernán (Rosenblum), tuvimos de todo... Después de mi salida de Ñublense, estuvimos en contacto. Me llamó porque quería trabajar conmigo. Él sabe cómo soy yo, saben hasta dónde se pueden meter (los dirigentes). Cuando tenemos que traer jugadores lo hacemos en conjunto. Él ya conoce mi forma de ser, yo los conozco a ellos. Esa confianza que me he ganado no es fácil en el fútbol chileno”.

En la ocasión, García también entregó su visión del fútbol local. “¿Qué cambiaría? Todo. Desde los cimientos hasta arriba. Nosotros queremos construir una casa pero tenemos cimientos de arena. Se ha perdido lo lindo que era el fútbol, jugar en la calle... los chicos ya le perdieron el gusto, los formadores no existen. ¿Cuántos entrenadores chilenos en Argentina hay? Ninguno. ¿Cuántos gerentes técnicos? Acá llegan. Es como está el país: entra cualquiera y te cambia las reglas de la casa”, sentenció.