Desde donde tantos se ponen a temblar, Luis Suárez el último, Chile se mantiene firme, con la cabeza fría. Los penales se han aliado con la Roja. Y justo desde cuando peor lo pasó por ellos, en aquel fatal Mundial 2014 que se acabó con el tiro de Jara contra el vertical en la tanda ante Brasil. Los números hablan por sí solos: cuatro series ganadas desde entonces, 16 lanzamientos convertidos por uno fallado, solo siete recibidos en contra de 15 intentos. Chile es el nuevo rey de los tiroteos.
Es Charles Aránguiz el único elemento que se repite positivamente en todas las tandas. Cuatro lanzamientos, cuatro goles. Vidal también tiró en todas, pero suyo es el único error en estos cinco años dorados chilenos desde los 12 metros. Alexis ha marcado todos los que ha tirado, pero en la Copa Centenario ya no estaba en la cancha cuando llegó la tanda. En total, nueve lanzadores distintos han participado en la rueda de proezas.
En la portería, dos arqueros: Claudio Bravo (tres goles en contra de diez tiros) y Gabriel Arias (cuatro recibidos de cinco). ¿Casualidad o consecuencia? Hay un punto de trabajo previo que ayuda. La unidad de estudio audiovisual de la Roja (que integran Cristian Leiva y Ricardo García) había estudiado el desempeño y los patrones de Ospina en los penales, para que los lanzadores chilenos pudieran contrarrestarlo. Lo mismo con Gabriel Arias, quien también contaba con información de cuáles eran las direcciones predilectas de los artilleros cafeteros, aunque no logró atajar ningún penal.
Uno que estuvo hace poco en la Selección como preparador de arqueros, Alex Whiteley, le da mérito a Rueda en lo del viernes: "Desde que llegó Rueda nos hizo saber lo importante que era practicar penales. No es de ahora, siempre lo ha entrenado. También es importante la técnica, ir variando la forma en que patean. Charles pateó diferente frente a Colombia de acuerdo a lo que venía haciendo. Estos jugadores son de jerarquía y venir ganando hace tanto tiempo en estas definiciones también les da más confianza aún".
Marco Cornez, exarquero de la Selección, valora la decisión de los técnicos al momento de determinar los ejecutantes: "Lo más importante es que los ejecutantes fueron súper bien elegidos. Por ejemplo, a Alexis Sánchez le hizo muy bien patear al último penal por el momento que está viviendo. Lo recuperamos, y se cree el cuento", comenta.
El aspecto psicológico está también detrás del acierto de Chile no deja de ser relevante. "Se trabaja desde el punto de vista psicológico. La mayoría pateó a media altura hacia arriba y cerca del travesaño y ahí te das cuenta de que hay un tema preparado. Ya estamos en un nivel por sobre de lo que se habló siempre, de que los penales son una lotería", agrega Juan Fernández, psicólogo deportivo.
La efectividad en las tandas no se traduce de la misma manera en los penales que se dan durante un partido oficial. Tres convertidos (todos de Vidal) de cuatro lanzados (solo falló Alexis, ante Venezuela). Y cuatro encajados de cinco recibidos en contra.