No cabe duda de que el tenis es uno de los deportes que más revancha da. Ayer, Nicolás Jarry (69º) experimentó en carne propia este significado, luego de haber padecido la semana anterior, en Umag, una de las peores caídas de su carrera.
Naturalmente que el sinsabor vivido en Croacia planteó una serie de interrogantes en el número uno nacional, quien ayer en el ATP 500 de Hamburgo demostró que lo sucedido había sido sólo un paso en falso.
Con gran autoridad, barrió con el local Peter Gojowczyk (44º), por 6-1 y 6-2, en apenas 52 minutos de partido, un resultado que se convirtió en la victoria más rápida de esta temporada para el tenista nacional.
En la cancha, la mejor raqueta del país mostró la calidad que lo llevó a la final del ATP 250 de Sao Paulo y las semifinales del ATP 500 de Río de Janeiro. Es decir, un primer servicio muy confiable, con el que apenas perdió tres puntos en todo el partido, y también un muy buen trabajo con la devolución, donde se quedó con la mitad de los servicios de su rival.
Por el paso a octavos de final, Jarry enfrentará al francés Richard Gasquet (28º), quien dio cuenta de su compatriota Benoit Paire (52º), por 7-5 y 6-3.
Una victoria frente al galo pondría al chileno de vuelta en el top 60.