La tierra es pasado y la temporada de pasto aparece en el horizonte de Nicolás Jarry, quien ayer se despidió de Roland Garros en el debut al caer frente a Juan Martín de Potro (9º), por 3-6, 6-2, 6-1 y 6-4.

Pese a su fugaz participación en la arcilla parisina, el Príncipe avanzará en el próximo ranking ATP del 58º al 55º puesto, a la espera de lo que hagan sus escoltas en el abierto francés.

El número dos de Chile se presentará desde el 10 de junio en el ATP 250 de -s'Hertogenbosch, en Holanda y sobre césped, su próximo compromiso.

Los números no son positivos para Jarry en esa superficie, donde apenas cosecha una victoria en su historial. Fue en Wimbledon 2018, cuando derrotó en cuatro sets al serbio Filip Krajinovic.

Además de eso, suma tres derrotas, dos en Londres y una en Eastbourne.

En clasificaciones, registra tres triunfos, que lo llevaron al cuadro principal de Wimbledon 2017, y cuatro derrotas, una de ellas en el torneo holandés que enfrentará en dos semanas más.

Ayer, en la cancha Suzanne Lenglen, el chileno parecía que conseguía una nueva hazaña, pero no pudo. Se fue en primera ronda, exhibiendo un gran set inicial, pero cayendo luego en un hoyo del que nunca más pudo salir.

Un buen día, pese a todo

"Fue un inicio bastante errático por ambos. Para mí no fue un buen día. Intenté al principio aprovechar las oportunidades, gané el primer set, pero luego él se mostró más sólido y no pude encontrar el ritmo del partido", resumió Jarry.

"Aún tengo mucho que aprender. Mi único consuelo es que pude poner nervioso a un nueve del mundo, que en ningún momento se pudo sentir cómodo y eso fue gracias a mi juego, lo que quiere decir mucho de mí", agregó.

"Cada vez estoy jugando mejor, sigo creciendo, apretando, aunque no se estén dando los resultados estoy creciendo", cerró el nieto de Jaime Fillol.

"Nico me sorprendió al inicio del partido con su juego, con sus tiros, con su agresividad. Terminé jugando mucho mejor", analizó el argentino.