Diecisiete días después de su último partido, aquella recordada derrota en la final del ATP de Sao Paulo ante Fabio Fognini, Nicolás Jarry volvió a una cancha. Esta vez en el cemento del Masters 1.000 de Miami, donde buscaba su primera victoria en un torneo de esta envergadura. Al frente, el ascendente británico Cameron Norrie (105º), de destacada trayectoria en el tenis universitario estadounidense, donde fue compañero de otro chileno, Guillermo Núñez.
La cancha uno del Crandon Park se convirtió en el escenario del duelo, que estuvo adornado por una gran cantidad de hinchas chilenos, haciendo recordar las épocas gloriosas de Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú. De hecho, este último era uno más alentando al número uno nacional.
El partido comenzó con ambos manteniendo su servicio y con el habitual libreto del chileno. Con gran cantidad de winners y también de errores no forzados (37 y 33, respectivamente). En definitiva, el destino del partido pasando exclusivamente por su juego y no por el del europeo. A ello, también había que sumar el viento, que complicó la correcta ejecución de los tiros del pupilo de Martín Rodríguez, especialmente de su derecha, que en más de un momento quedó desbalanceada. Aun así, cada vez que se vio apremiado por las circunstancias, salió de las dificultades con un tiro ganador o con un potente servicio.
A pesar de haber tenido chances de quebrar e, incluso, de quedarse con el set, todo se definió en el tie break, donde Norrie no aguantó la presión y terminó cediendo el desempate, por 7-3, con una doble falta.
Lo que vino después fue muy beneficioso para el nieto de Jaime Fillol. Un poco más acostumbrado a las condiciones y con la moral bien alta, todo lo contrario a su rival, logró un rápido quiebre en el tercer juego y encaminó el duelo a un seguro triunfo, con puntos muy lucidos. Un nuevo rompimiento hizo que su adversario terminara desbordado y sin encontrar soluciones. Así, un revés a la red terminó con el match, con un rotundo 6-2. De fondo, el infaltable Ceacheí.
En la segunda ronda, Nico enfrentará al argentino Diego Schwartzman (16º), en otro anticipo de la serie de Copa Davis, que se disputará en San Juan el 6 y 7 de abril. El último antecedente entre ambos ocurrió hace un mes, en las semifinales de Río de Janeiro, y favoreció al transandino. Pero esta vez las condiciones son distintas y el Príncipe se alista para dar una sorpresa.