Nicolás Jarry (55º), en el papel, era la carta de oro más segura para el Team Chile. Por ranking (el segundo sembrado es 110º) y porque llegaba con la corona del ATP 250 de Bastad, que ganó sin perder un solo set, el tenista nacional era el gran favorito para quedarse con el título panamericano en singles. Sin embargo, su actuación en Lima no estuvo a la altura de las circunstancias y terminó cayendo en cuartos de final, por 7-5 y 6-4, ante el brasileño Joao Menezes (212º), quien también lo había dejado fuera en Toronto 2015, y que venía antecedido de buenas actuaciones en challengers.
Nico nunca pudo afirmarse en la arcilla limeña y ante el rival de ayer cometió 52 errores no forzados y apenas pudo ganar el 38% de sus segundos servicios, cifras que son muy bajas para un jugador que hace una semana estaba entre los 40 mejores del mundo. Además, en la cancha se le vio fastidiado y hasta tiró la raqueta, algo muy poco común en él. También se molestó con el público y con los piques que daba la bola en una superficie bastante irregular.
Luego del partido, Jarry expresó su desazón por la derrota. "Es imposible analizarla de buena manera. Fue un duro partido. Hay veces que (las pelotas) caen de tu lado, hay veces que no. Hoy no fue así, traté de hacer diferentes cosas, traté de exigir un poquito. Es muy difícil ganar los puntos en estas condiciones. Estaba tratando de mandar yo y en los puntos claves se me fueron pelotas por milímetros. Él sacó bien en los break points...", sostuvo.
Al ser consultado sobre la presión por ser el primer cabeza de serie, el número dos nacional expresó: "Todo el mundo esperaba que saliera campeón. No es nada fácil, menos en el tenis y jugando por tu país. No pude preparar (el torneo) de la mejor forma".
Por jugar la cita, con la que se comprometió en marzo, cuando no atravesaba por un buen momento en el circuito, el nieto de Jaime Fillol no pudo defender las semifinales del ATP 250 de Kitzbühel, por lo que saldrá del top 60. Además, deberá buscar la clasificación a Tokio, a través del ranking.
Pero Chile aún tiene esperanzas de oro en singles gracias a Tomás Barrios (286º), quien venció por 4-6, 6-2 y 7-6 (6) al peruano Juan Pablo Varillas (406º), en 2.50'.
El chillanejo fue de menos a más y pudo sobreponerse a siete match points desperdiciados, para luego remontar tres en contra en el desempate, en un final emocionante.
Así, el pupilo de Guillermo Gómez quedó a un partido de llegar a Tokio. Aunque para eso, además, tendrá que mantenerse dentro de los 300 mejores del mundo en junio del próximo año. Su rival será el argentino Guido Andreozzi (110º).
Medalla segura
Por la noche, en tanto, Jarry disputó las semifinales de dobles mixtos junto a Alexa Guarachi, su única opción de alcanzar una medalla en la capital peruana. Junto a la "gringa" no tuvieron ni una sola dificultad para aplastar a los guatemaltecos Andrea Weedon y Wilfredo González, a quienes derrotaron por 6-1 y 6-2 en solo 48 minutos de partido.
Tal como en Toronto, Jarry se irá de los Panamericanos con una presea, pues en esa cita consiguió el oro junto a Hans Podlipnik.
En tanto, Daniela Seguel (254ª) cayó 7-5 y 7-6 (2) ante Caroline Dolehide (261º) y la misma estadounidense junto a Usue Arconada, se impusieron a la Pantera y a Guarachi, por 7-5 y 6-3, por lo que la dupla nacional buscará hoy el bronce ante las brasileñas Carolina Alves y Luisa Stefani.