Nicolás Jarry vive un duro febrero. Empezó con la Copa Davis, siguió con su eliminación en Córdoba y esta semana disputa el ATP 250 de Buenos Aires. Sin embargo, la prueba más dura para el chileno es la defensa de una gran cantidad de puntos que sumó en 2018 y que lo impulsaron al top 50. Su ranking está en juego y ya bajó seis puestos tras caer en la primera ronda del torneo cordobés y no poder compensar lo que consiguió el año pasado, en la misma semana, cuando llegó a cuartos en Quito.
La primera raqueta nacional debuta hoy en la capital argentina ante Lorenzo Senego. No defiende puntos, por lo que le puede servir para sumar. El desafío llegará en el torneo siguiente. El ATP 500 de Río de Janeiro asoma en el calendario y el objetivo será superar la semifinal de 2018, pues debe defender 180 puntos.
En 2018, Jarry pasó de Río al ATP 250 de Sao Paulo, donde llegó a la final y sumó 150 unidades. En 2019, tras Río partirá al ATP 500 de Acapulco. Eso sí, lo que no cambia es la obligatoria defensa de los 330 puntos conseguidos en aquel febrero, que lo impulsaron más de 30 lugares en el escalafón mundial. De no lograrlo, podría caer cerca de 40 lugares.
El camino inicia en Buenos Aires, donde no será el único chileno, pues Christian Garin juega con el canadiense Félix Auger-Aliassime.